González deja Venezuela sin haber visto a los opositores
El boicot oficial de Maduro impide al expresidente acudir a un juicio
El expresidente español Felipe González se marchó ayer de Venezuela 48 horas después de haber llegado al no recibir autorización del régimen chavista para visitar a los dirigentes opositores Leopoldo López y Daniel Ceballos en los penales donde están encarcelados. Ambos líderes mantienen una huelga de hambre desde hace dos semanas en demanda de libertad para los presos políticos.
González, que abandonó Caracas en un vuelo privado rumbo a Bogotá, tampoco obtuvo el permiso de las autoridades venezolanas para asistir, como era su intención, a la audiencia del juicio que se sigue contra López, prevista para hoy. Iba a hacerlo como público, pero su petición no fue atendida aunque la única limitación era la capacidad de la sala.
Enfrentarse a la negativa del presidente venezolano, Nicolás Maduro, hubiera implicado una escalada de la tensión diplomática que, a su juicio, hubiera perjudicado a López y Ceballos.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel GarcíaMargallo, señaló que González “ha salido del país con absoluta normalidad y no ha habido, que yo sepa, quiebra alguna en la relación de los dos países”. El ministro García-Margallo recordó que la visita era privada y que el Gobierno español le ofreció residir en la embajada. Reconoció que Madrid no había intervenido para que González pudiera entrar en las prisiones donde están encarcelados López y Ceballos.
Dos semanas de ayuno han debilitado su salud. Ceballos, según ha denunciado su familia, sufre dolencias renales y ha perdido mucho peso. La fiscal general de Venezuela, sin embargo, asegura que el reconocimiento médico que se le practicó el pasado viernes ha salido bien.
Tarek William Saab, defensor del pueblo de Venezuela, acusó a González de intentar deslegitimar a Maduro y de participar en una campaña internacional contra el chavismo, en la que también incluyó a los expresidentes Sebastián Piñera (Chile), Andrés Pastrana (Colombia) y Jorge Quiroga (Bolivia), que han visitado Venezuela con la misma intención de interesarse por los líderes de la oposición encarcelados.
González, que el lunes se entrevistó con los representantes de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), la plataforma que agrupa al grueso de la oposición, volverá a Venezuela cuando Maduro le permita asistir a las defensas de López, Ceballos y Ledezma, el alcalde metropolitano de Caracas también detenido y al que sí pudo visitar en su casa, donde se recupera de una enfermedad.
Los tres líderes opositores están acusados de organizar las protestas de febrero del 2014 que se saldaron con 46 muertos y centenares de detenidos.
La Asamblea Nacional declaró a González persona non grata y dirigentes del chavismo acusaron a González de una amplia gama de delitos. También promovieron en las redes sociales etiquetas de rechazo como #FelipeFueraDeAquí y #VenezuelaSeRespeta.
“No vamos a tolerar ninguna grosera injerencia, ninguna intención de inmiscuirse en los asuntos que sólo nos corresponden a los venezolanos”, dijo Jorge Rodríguez, alcalde del municipio caraqueño Libertador. Rodríguez también acusó al expresidente de ser “amigo íntimo” del capo colombiano de la droga Pablo Escobar.
El expresidente español no consigue el permiso para ver a López y Ceballos, en huelga de hambre