Carpetazo al caso Couso, que quedará impune
El juez lamenta que en España ya no se puedan perseguir los crímenes de guerra
El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz cerró ayer para su posterior archivo la causa instruida contra tres militares norteamericanos por la muerte del cámara de Telecinco José Couso, el 8 de abril del 2003, en Bagdad. El cámara recogía imágenes de la llegada de los blindados norteamericanos a la capital iraquí desde el hotel Palestina, en el que se alojaba la prensa internacional. Uno de los carros de combate disparó y alcanzó a Couso, hecho que el juez Pedraz estima que reviste los caracteres de un crimen de guerra, y lamenta que ahora vaya a quedar impune por la reforma de la justicia internacional.
La resolución judicial expone, en este sentido, que dicha reforma puede ser criticada, pero añade que una vez decidida por el Parlamento la obligación de los jueces es aplicarla. Sostiene Pedraz que pese a que “existen múltiples esfuerzos y recomendaciones a nivel mundial para perseguir y sancionar este tipo de delitos” el cometido en este caso “quedaría impune”. Y añade que “la decisión del legislador será discutible y podrá provocar debates en torno a tal impunidad”, pero “no corresponde a los jueces suplir al legislador”.
A la luz que el Tribunal Supremo (TS) ha hecho, a su vez, de la citada reforma de la justicia internacional, Pedraz deduce que la nueva normativa “impide la persecución de cualquier crimen de guerra cometido contra un español, salvo en el difícil supuesto de que los presuntos criminales se hayan refugiado en España”. En este caso, los procesados –en una causa que ha durado doce años, con toda clase de incidencias de archivos y reaperturas– fueron el teniente coronel Philip de Camp, el capitán Philip Wolford y el sargento Tomas Gibson. La tesis de Pedraz es que atacaron a la prensa internacional para que no fuera testigo de sus actuaciones. “El flexo –dice el juez– no podrá mantenerse encendido”. La familia de Couso, a su vez, anunció que recurrirá a la justicia europea.