El TSJC rechaza que se reabra la preinscripción escolar como pedía Wert
El tribunal cree que el bilingüismo está garantizado en la escuela catalana
La preinscripción en las escuelas catalanas no se alterará, como quería el ministro de Educación, José Ignacio Wert. El Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) denegó ayer las medidas cautelares solicitadas por la Abogacía del Estado para que se pudiera solicitar la enseñanza en castellano como lengua vehicular porque ya está garantizada por las leyes y las sentencias, que obligan a dar un 25% de las asignaturas en esta lengua sin caer en la segregación por motivos de lengua.
La preinscripción para el curso 2015-2016 ya se ha iniciado, y rehacerla supondría un notable quebradero de cabeza para la Generalitat. El mes pasado, el ministro Wert impulsó que la Abo- gacía del Estado recurriera a la sala de lo contencioso del TSJC las normas de preinscripción en la escuela pública, y solicitó también medidas cautelares a fin de que se abriera un nuevo plazo, durante el cual los alumnos de infantil, primaria y ESO pudieran hacer patente que deseaban tener el castellano como lengua vehicular de la enseñanza.
Un auto del TSJC denegó la aplicación de dichas medidas cautelares, lo que supone, de hecho, que el proceso sigue adelante tal como estaba. El argumento principal sostenido por el tribunal es que el uso razonable y proporcional del castellano no es una opción, porque es un asunto ya delimitado y agotado tanto por la Llei d’Educació de Catalunya, que impide la segregación de los alumnos por razón lingüística, como por el Tribunal Constitu- cional, que ha señalado que la Carta Magna ya impone el uso vehicular del castellano.
En este sentido, el auto hecho público ayer pone de relieve que en diferentes pronunciamientos de la misma sala se ha fijado una presencia “mínima razonable” de esta lengua en el 25%, “incluyendo no sólo la asignatura o materia correspondiente a la enseñanza de la lengua castellana, sino también, al menos, otra materia o asignatura lingüística curricular de carácter troncal o análoga”. Una fórmula que debe aplicarse “colectivamente con los compañeros del alumno, excluyendo en todo caso que la atención individualizada pueda ser una alternativa válida”.
El TSJC desestima aplicar una medida cautelar porque no peligra el resultado de una eventual sentencia posterior sobre la ma- triculación, ya que no consta que los alumnos estuvieran desinformados ni tenía sentido incluir en el momento de inscribirse esta opción que ya estaba solventada. Los magistrados distinguen, en este sentido, el problema de la lengua, que está normalizado por la legislación, según entienden, de otras materias, como la religión, en la que cabe distintas opciones. El auto contiene un voto particular, del magistrado José Manuel Soler Bigas, en el sentido de que cabría aceptar que en la preinscripción y matriculación se incorporara la solicitud de usar el castellano como lengua vehicular y que la administración facilitara la información necesaria al respecto.
La consellera de Ensenyament, Irene Rigau, dijo ayer al conocer la decisión del TSJC que “el proceso de preinscripción y matrícula se había hecho con toda corrección a partir de unos modelos avalados judicialmente”. Asimismo, añadió que “queda claro que los padres están informados y que hay mecanismos para conocer y para solicitar los proyectos lingüísticos”. Rigau expresó que lo más importante es que los alumnos asuman a lo largo de la escolarización las competencias lingüísticas en catalán, castellano e inglés y, si puede ser, en una segunda lengua extranjera.
El ministro de Educación, Cultura y Deportes, José Ignacio Wert, declaró ayer que el Gobierno acatará “como cualquier otra resolución judicial” la decisión del TSJC.