Logística para no perderse
Arranca una nueva edición del SIL marcada por un fuerte auge del sector y la presencia imprescindible de las últimas tecnologías
El secretario de Infraestructuras reitera la apuesta del Gobierno por bonificar los peajes
Carretillas que se pueden controlar con un guante y aplicaciones de móviles que, además de permitir al usuario —o a un jefe— poder seguir cualquier envío a tiempo real, guían al transportista hasta su siguiente destino, avisándolo de imprevistos y reorganizando las rutas. Lo que más destaca es eso, la información a tiempo real. Y la palabra que más se repite es trazabilidad: saber de dónde ha salido un producto, su origen, proceso de producción y distribución. En un mundo global lo más fácil es perderse. Para que eso no ocurra se requiere organización y esto, en el fondo, es la logística.
El recinto de Montjuïc de Fira de Barcelona acoge hasta el jueves una nueva edición del salón dedicado a este sector, el SIL, en donde también hay almacenes que funcionan casi solos (sin intervención humana) y, algo más extraño, banqueros que dicen que el dinero no es problema. Lo dijo ayer Enrique García, presidente del Banco de Desarrollo de América Latina. “Vengan con sus proyectos, trabajemos juntos, nosotros los financiamos”, apuntó en la jornada inaugural. El certamen, más que un muestrario de productos —que también—, es un punto de encuentro internacional del sector. Un sitio donde hacer nuevos negocios a gran escala, un puente entre la vieja Europa, América Latina y Asia, un espacio en donde regiones ven- den sus posibilidades logísticas, desde Extremadura hasta Texas; y que congrega a unos 800 grandes directivos de empresas logísticas del mundo. En España puede haber crisis, pero que la logística es global.
“La facturación de los operadores logísticos crecerá este año entre un 4 y un 5%. Hasta las ventas de carretillas han crecido en un 20%”, apuntó el presidente del SIL, Enrique Lacalle, junto al delegado especial del Estado en el Consorci de la Zona Franca (CZFB), Jordi Cornet, que recordó que esta área estratégica para la logística está a punto de cumplir cien años.
En la primera jornada del salón no faltó una reivindicación, no tan antigua como la Zona Franca, pero casi . “Siempre vengo y pido lo mismo”, advirtió en un mo- mento de su intervención en la inauguración el conseller de Territori i Sostenibilitat, Santi Vila, en referencia a la necesidad de mejorar la conectividad de los puertos de Barcelona, Tarragona y Valencia con la frontera francesa a través de ancho internacional. Es decir, el corredor mediterráneo, que el secretario de Infraestructuras, Julio GómezPomar, también señaló como prioritario e incluso vital para la economía, aunque no precisó mucho más. Sólo añadió que siguen trabajando.
Gómez-Pomar sí que dio más explicaciones sobre la intención del Gobierno de reducir el tráfico de camiones de las carreteras convencionales, sobre todo si estas transcurren en paralelo a autopistas. La fórmula es más sencilla que una nueva infraestructura ferroviaria: con bonificaciones de peajes. “Más del 95% del transporte terrestre de mercancías en España se hace por carretera”, recordó Gómez-Pomar. “Así se incrementa la seguridad vial y se mejora la circulación en tramos congestionados”, añadió.
Al mediodía, grandes estands de grandes empresas con catering. Síntoma de que el sector va bien. Y otras más pequeñas en las que apenas cabían un cartel. Suficiente para vender una idea.