La Vanguardia

Decana de la ‘haute couture’

MARIE-LOUISE CARVEN (1909-2015) Fundadora de la casa de moda francesa Carven

- ÓSCAR CABALLERO

Si la moda francesa se codea con el arte y la cultura la culpa es de personalid­ades como Marie-Louise Carven, decana de la alta costura, fallecida en París a los 105 años. Nacida Carmen de Tommaso, un 31 de agosto de 1909 en Châtellera­ult, cerca de Poitiers, esta señora tuvo tantos nombres como vidas. Marie-Louise Carven para la costura fue también Marie-Louise Carven-Grog, donante de una gran colección de artes decorativa­s del siglo XVIII. Es Carmen, todavía, la que estudia en Bellas Artes de París arquitectu­ra e interioris­mo. Pero los paseos con su tía Josy Boyriven, una de las tres mil clientas de la alta costura, le descubren un mundo que terminará por ser el suyo.

“Si hubiera sido alta y guapa me habría dedicado a vestir casas y locales. Pero como medía un metro cincuenta y cinco y no hallaba ropa, decidí crearla”. Pequeña pero valiente. En 1938, ya cuñada del gran arquitecto Robert Mallet-Stevens, abre taller cerca de la Opera.

En 1941 emplea a un clandestin­o forzado, Henry Bricianer, judío rumano naturaliza­do francés, a quien la ley de arianizaci­ón cerró la sastrería. Como las primeras razzias de judíos se ceban en los extranjero­s, los Bricianer, con cinco hijos, se creían protegidos por sus documentos franceses. Pero en 1943 dos policías franceses se presentan para llevarse a la familia. Uno de los agentes, también padre de cinco hijos, decide darles un día de plazo.

Bricianer se lo cuenta a su empleadora. Carmen lo refugia en una habitación de los altos del edificio y entre sus parientes reparte al resto de la familia. Todo esto sólo trascendió hace tres lustros, en París, cuando el embajador de Israel la distinguió como Justa entre las Naciones.

Pero en 1945 sólo contaba la sensación de libertad. Un impulso que Carmen aprovechó para crear su marca con la primera sílaba de su nombre y la última del apellido de su tía. Carven se instala en un palacete del Rond-Point des Champs Élysées.

Será no sólo su griffe, su etiqueta –de ahí uno de los más célebres perfumes, su Ma Griffe, lanzado en 1946– sino también su nuevo apellido. Una identidad completa: Marie-Louise Carven. Y una irrupción brutal en un mundo del que hará saltar varios códigos. La haute couture se queda sin clientas y ella será una de las bisagras hacia el prêt-à-porter. Su firma se impone –rápidament­e hay un verde Carven, como existe un rosado Schiappare­lli o un azul Lanvin– y también su instinto comercial. En 1954, para celebrar los diez años de la Liberación de París, suelta sobre París una multitud de pequeños paracaídas verdiblanc­os, con muestras de Ma Griffe. En 1957 convierte en acontecimi­ento la creación de un nuevo perfume, Vetiver. Y a partir de 1965, pone Carven en el aire: viste a las azafatas de varias aerolíneas.

Otro cambio importante : en 1972 se casa con el suizo René Grog, gran coleccioni­sta de artes decorativa­s del 1700. Es ya Marie Louise Carven-Gros, en 1993, cuando a los 84 años vende su marca. Cuatro años des- pués dona la colección al Louvre, lo que sitúa el museo parisino a nivel, en el género, de la Wallace londinense o el Metropolit­an de Nueva York.

El cambio de siglo la encuentra centenaria y celebra su cumpleaños en el Musée Galliera, el de la moda. El seis de noviembre del 2010, en el primer piso del Ministerio de Cultura, Frédéric Mitterrand la asciende a comendador­a de la Legión de Honor y recuerda en el solemne salón: “En 1950 usted presentó Le Balconnet, pícaro escote de un éxito inmediato y mundial”. También la califica de “auténtica embajadora, la primera costurera que recorrió el mundo con sus modelos y regresó con los batiks indonesios, los textiles aztecas, un vestido Samba”.

Esa diversidad permitió que Carven firmara el vestido de boda de la señora Giscard d’Estaing y que entre reinas y emperatric­es, en su clientela se apuntaran Edith Piaf, Michèle Morgan, Micheline Presle, Leslie Caron... Sin olvidar a Jacqueline François, la chansonniè­re de la posguerra, que en 1949, en Mademoseil­le de Paris, cantaba a “les robes de chez Carven”.

 ?? JOEL SAGET / AFP ??
JOEL SAGET / AFP

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain