Eusebi Güell y el sueño del príncipe
Un óleo de Aleix Clapés depositado hace casi un siglo en el MNAC regresa a su emplazamiento original del Palau Güell
El industrial Eusebi Güell (1846-1918), mecenas de Antoni Gaudí, fue un hombre inmensamente rico, uno de los hombres más ricos del mundo, pero su gran aspiración era entrar a formar parte de los círculos de la nobleza (el rey Alfonso XIII le concedió en 1910 el título de conde) y se veía a sí mismo casi como un príncipe. En lo que parece un acto de autoafirmación simbólica, encargó en 1880 al pintor Aleix Clapés un lienzo de grandes dimensiones inspirado en L’Atlàntida de Jacint Verdaguer, que por aquel entonces trabajaba como capellán-limosnero para su suegro, el marqués de Comillas. El pasaje escogido no parece casual: Hércules, el fundador de Barcelona, avanza heroicamente, con una tea ardiendo en una mano y un garrote en la otra, al rescate de Pirena, la reina de España atrapada en unos Pirineos incendiados por el gigante Gerión...
Güell colgó la inmensa tela, de 4,28 m x 3,52 m, en un lugar bien visible del vestíbulo de la planta noble de la vivienda urbana que había proyectado para él Antoni Gaudí y dos años más tarde mandó al propio Clapés quepintara al fresco una réplica del cuadro en una de las fachadas laterales del edificio familiar para deleite de los barceloneses que transitaban por la calle Nou de la Rambla. De aquella obra, de 7 mx 7 m, queda sólo el testimonio de los comentarios en diferentes publicaciones de la época y una única foto- grafía. El paso del tiempo lo fue desdibujando hasta hacerla invisible. Mejor suerte, aunque tampoco mucha, corrió el monumental óleo Hércules buscando las Hespérides, que en 1928 fue depositada en el MNAC por la hija del mecenas, Maria Lluïsa Güell, y desde entonces ha vivido el sueño de los justos en las reservas del museo. Hasta ahora, porque gracias a un acuerdo entre el museo y la Diputación de Barcelona, y después de un arduo, casi titánico trabajo de limpieza y restauración (por sus dimensiones y su mal estado de conservación), el lienzo vuelve a lucir en su empla- zamiento original. La operación forma parte de la estrategia del museo de retornar a sus lugares de origen obras que se encuentran en sus colecciones y revalorizar su fondo patrimonial. Una tercera versión de la obra, un cuadro de pequeño formato que seguramente sirvió de modelo a las
El industrial mandó pintar una réplica de ‘Hércules buscando las Hespérides’ en el exterior del edificio
otras dos (los conservadores han hallado restos de una cuadrícula que el pintor utilizó para transferir la composición a una escala mayor en el exterior), se expone actualmente junto a otras obras de Clapés en la nueva presentación de arte moderno.
Autor de una pintura dramática y tenebrosa, Clapés (18461920) no sólo fue el preferido de Eusebi Güell sino también del propio Gaudí. De su producción destacan los extravagantes muebles para la familia Ibarz de Barcelona que actualmente se pueden contemplar en el MNAC fruto de un acuerdo con la Sagrada Família.