Coti sí que sabe esperar
Además de cantante, artista con mucha empatía sobre el escenario y multiinstrumentista, Coti también es compositor, y ahora ha vuelto a demostrarlo en Que esperas (Universal), un álbum con material nuevo, un sonido más crudo y producido por él mismo.
Se trata de su primer disco con canciones inéditas desde aquel Malditas canciones tan bine acogido hace seis años, y que Coti, es decir, Roberto Fidel Ernesto Sorokin, grabó prácticamente en vivo, en una sola toma, para resaltar su impacto directo y fresco, y en complicidad con algunos de los músicos que le arropan en los directos, como en el de esta noche en Barcelona. Es decir, que al que le guste como suenan sus nuevas canciones de Que esperas, no saldrá de- fraudado de su visita al Music Hall.
El músico argentino –célebre por sus propias composiciones como por alguna colaboración, como la que firmó junto a Paulina Rubio y Julieta Venegas en Nada fue un error o cuando se dio a conocer en el glorioso Honestidad brutal de Andrés Calamaro– ha comentado sobre la intencionalidad de su flaman- te disco que “siete discos después veo que mi coherencia está marcada, lo hago de forma natural, no me planteo el objetivo de seguir una línea sino que mi creatividad fluye”, por lo que concluye que “la carrera musical es un camino largo, no hay que dar pa- sos abruptos ni volantazos”.
El título del álbum, sin tilde, hace referencia directa al tiempo, que aquí se convierte en una especie de eje temático. Porque en su noción de “tiempo” se introduce en varias ocasiones a lo largo del disco la palabra “espera”; en este sentido, y en su actual coyuntura vital/profesional, Coti manifiesta que “espera conservar el disfrute de hacer música como un modo de aporte estético”.