Sacyr vende Testa por 1.793 millones para reducir su deuda
La patrimonialista figura como aval en el crédito de la constructora en Repsol
El grupo constructor y de servicios Sacyr ha vendido su filial patrimonialista Testa para reducir su deuda financiera neta, que a finales del primer trimestre ascendía a 7.084 millones de euros. Sacyr controla el 99,93% del capital y el resto cotiza en bolsa.
La socimi Merlin Properties pagará 1.793 millones, pero la operación se estructurará en tres fases. En esta primera, Merlin se ha hecho con un 25% del capital de Testa a través de una ampliación de capital. Anteriormente, Testa ha llevado a cabo una reducción de capital y ha repartido un dividendo extraordinario de los que el grupo presidido por Manuel Manrique ha ingresado 238 millones. Los 1.555,24 millones restantes corresponderán a la venta del 74,6% en poder de Sacyr tras la ampliación.
En julio de este año, Merlin adquirirá de forma directa otro 25,1% y finalmente se hará con un 49,5 %. Una vez que Merlin tome el control de Testa lanzará una opa sobre el 100 % de las acciones de la compañía en manos de otros accionistas, a un precio de 13,54 euros.
Con esta desinversión, Sacyr logra “alcanzar la estructura finan- ciera para desarrollar su programa estratégico”, reza su nota de prensa. Lo llamativo es que las acciones de Testa figuran como aval en el crédito que Sacyr refinanció de 2.264 millones por el paquete que mantiene en Repsol del 8,89%. La incógnita es si la banca exigió reducir la deuda global de la
El nuevo propietario, Merlin, creará un gigante inmobiliario con activos que suman 5.500 millones
matriz o ya en el acuerdo se acordó la venta de esta participada. El acuerdo de refinanciación vence el 31 de enero del año 2018, pero la banca puede exigir revisar las cláusulas o que se aporte otra filial como garantía. Fuentes oficiales de Sacyr explican que si se reduce la deuda global “no tiene por qué afectar” al crédito de la petrolera. Las acciones de la constructora subieron ayer un 4,36% en bolsa.
Con la adquisición, Merlin creará un gigante inmobiliario, con activos que suman 5.500 millones de euros, unas rentas brutas anuales de más de 290 millones y una cartera de 990 inmuebles, principalmente oficinas situadas en Barcelona y Madrid, como la Torre Sacyr en el complejo Cuatro Torres Business Area en la capital o Diagonal 605 (sede de Everis) o Diagonal 514 (sede de Uria), entre otros, como los inmuebles San Cugat I y II. Además, se convierte en el tercer operador logístico y ocupará una posición relevante en el segmento de centros comerciales.
El equipo de Merlin, capitaneado por Ismael Clemente, nació de la división inmobiliaria de Deustche Bank. Entre sus inversores figuran Marketfield (10%), UBS (7%), EJF (5%), Credit Suisse (3%), Goldman Sachs (3%) y Monarch (3%). La operación, primera tras las elecciones municipales, demuestra que los inversores extranjeros mantienen interés por el sector inmobiliario en España.