La primera comedianta de Escocia
Nicola Sturgeon mantiene el tipo y hace reír en el ‘Daily Show’ de la televisión norteamericana
Nicola Sturgeon ya había oído decir antes que sus políticas parecen de chiste, que el SNP se comporta como si fuera un partido único, que las cuentas no le salen a Escocia si se suprimen las subvenciones del Estado británico, y que el petróleo no es suficiente para desarrollar una economía próspera. Pero nunca antes había sido comparada, excepto en algún tuit particularmente agresivo, con Sadam Husein.
Por suerte, ello no ocurrió en un debate con David Cameron , sino en el mítico programa satírico estadounidense The Daily Show, presentado por Jon Stewart y con una audiencia de millones de espectadores. Y hasta ahora ningún dirigente de este país había tenido el honor de comparecer en los estudios de Nueva York para ser entrevistado. Ni Tony Blair, ni Gordon Brown, ni Margaret Thatcher (bueno, en el caso de esta última ya no era primera ministra cuando nació el show en 1996, y en el de sus sucesores laboristas fueron invitados después de que los votantes ya les habían dado la patada).
Para quienes no hayan visto en acción a la dirigente del SNP, su breve intervención televisiva (todo el programa, descontada la publicidad, dura sólo 22 minutos) dice millones sobre por qué los nacionalistas escoceses conquistaron 56 de los 59 escaños que Escocia tiene en parlamento de Westminster en las recientes elecciones. Carisma, sentido del humor, muchas tablas, conocimiento de los temas al dedillo, savoir faire, seguridad en sí misma y una normalidad que le permite conectar fácilmente con los ciudadanos.
“En realidad he ordenado una investigación sobre qué paso con los tres escaños que no ganamos”, comentó cuando Stewart le pidió que explicara para la audiencia norteamericana su éxito del pasado 7 de mayo. Y cuando el veterano presentador (que dejará el show en agosto después de 16 años) le respondió que quién se creía que era, si Sadam Hussein, la primera ministra rió con naturalidad y sin perder en ningún momento la compostura respondió: “No, pero uno siempre ha de aspirar a hacerlo mejor”.
No dejarse intimidar por las bromas de Jon Stewart no es fácil, como han descubierto en su propia carne muchos ilustres entrevistados (Barack Obama, Bill Clinton, Jimmy Carter, Evo Morales, el rey Abdullah II de Jordania o el ex presidente paquistaní Pervez Musharraf...), algunos de ellos con asesores de relaciones públicas que les han ayudado a entrenarse para la previsible encerrona.
Cuando Sturgeon mencionó la riqueza de Escocia en petróleo y restó importancia al descenso de su precio para los planes de independencia, el presentador le preguntó si “estamos hablando de cantidades que justifiquen una invasión de Estados Unidos”. Entrando a trapo en la ironía, la líder del SNP respondió: “Supongo que me estás pidiendo permiso en nombre de Estados Unidos para invadir un país productor de crudo. Eso en sí mismo ya es un paso adelante”. Como el que ella ha dado ante la opinión pública global.
Sturgeon se ríe de los planes de EE.UU. para invadir Escocia por su petróleo