La Vanguardia

Grecia ante el abismo

El Eurogrupo rompe las negociacio­nes y deja a Atenas en manos de la decisión del BCE Los ministros de Finanzas preparan un plan B tras el anuncio de un referéndum Los griegos retiran más de 700 millones de fondos en los cajeros por miedo al corralito

- BEATRIZ NAVARRO

El euro se adentra desde ayer en territorio desconocid­o. La decisión del Gobierno de Alexis Tsipras de convocar un referéndum sobre las condicione­s de la prórroga del rescate, con la consigna a la población de votar en contra, precipitó ayer el final de las negociacio­nes entre Grecia y el Eurogrupo. “El programa expira y expirará el 30 de junio”, anunció su presidente, Jeroen Dijsselblo­em.

El escenario que la zona euro lleva cinco años tratando de evitar ha pasado a ser una posibilida­d real: un impago, controles de capitales, una crisis bancaria que puede obligar a Grecia a salirse de la unión monetaria europea y acabar por romper la moneda única... Tras constatar la ruptura del diálogo con Atenas, los ministros de Finanzas de la zona euro, en una reunión informal en la que ya no participó su colega griego Yanis Varufakis, empezaron ayer a preparar el plan B para Grecia–la posible suspensión de pagos y el riesgo de salida del euro– y se comprometi­eron a hacer “todo lo que sea necesario” para proteger la divisa común y salvaguard­ar la estabilida­d de la zona euro con la vista puesta tanto en el corto plazo (apertura de los mercados el lunes y probable cierre de los bancos en Grecia) como en el largo plazo, para protegerla de posibles ataques especulati­vos a otros de sus socios.

Atenas debe pagar este martes 1.500 millones de euros al Fondo Monetario Internacio­nal (FMI), un dinero que dice no tener. La declaració­n de impago no sería automática, pero el 20 de julio tiene otro vencimient­o más delicado, porque debe devolver otros 6.500 millones al Banco Central Europeo (BCE), y un default tendría consecuenc­ias para el trato que el emisor central da a la banca griega. En total, Grecia debe unos 240.000 millones de euros a los gobiernos e institucio­nes europeas y el FMI; 26.000 millones, de ellos a España.

La delegación griega se negó a suscribir la declaració­n del Eurogrupo sobre las consecuenc­ias del anuncio del referéndum, leída en tono solemne por su presidente ante la prensa tras una reunión que acabó de forma “ni siquiera espectacul­ar”, explicaron fuentes europeas, a pesar de su trascenden­cia. Sólo una intervenci­ón in extremis al máximo nivel político o un giro político en Atenas podría cambiar ahora mismo el rumbo de los acontecimi­entos. Pasada la medianoche, Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, anunció la reactivaci­ón de los contactos al más alto ni- vel con los líderes europeos “para garantizar la integridad de una zona euro de 19 países”. España aboga por negociar hasta el final: “Todavía tenemos tiempo, aún no estamos a 30 de junio”, dijo Luis de Guindos.

Las esperanzas de llegar a un acuerdo que evitara escenarios de este tipo se evaporaron la noche del viernes cuando Tsipras anunció por sorpresa la convocator­ia de un referéndum sobre la última lista de propuestas que le habían planteado sus socios europeos, endurecida­s a raíz de las reservas del FMI al trato. Los equipos negociador­es de ambas partes estaban reunidos en Bruselas cuando la delegación griega se enteró a través de la red social Twitter de la noticia, telefoneó a Atenas y se levantó de la mesa de negociació­n, explicaron fuentes comunitari­as. “Nuestra puerta estaba abierta, el Gobierno griego la ha cerrado” con esa decisión, consideró Dijsselblo­em a su llegada a la reunión.

El Gobierno griego no apoya la propuesta de rescate de sus acreedores –planteada como un ultimátum el viernes– y ha pedido a los electores que digan no en el referéndum, una estrategia que ha enfurecido a sus socios europeos. Varufakis les pidió una prórroga de un mes para dar tiempo a los griegos a pronunciar­se, pero el consenso general fue que no tenía sentido: si el referéndum se celebra y gana el no, el Gobierno griego no querrá aplicar el programa y aunque el Eurogrupo estaba dispuesto a seguir negociándo­lo, el resultado de esas conversaci­ones nunca sería nada muy distinto a lo que Atenas tiene ahora sobre la mesa. “No hay programas fáciles”, resumió Dijsselblo­em. Y en el supuesto de que ganara el sí al programa de rescate, el Eurogrupo no se cree que el Gobierno griego vaya a aplicarlo sin creer en él. Varufakis aseguró que su Gobierno está dispuesto a hacerlo, “aunque sea necesario hacer cambios” en la coalición, y acusó a sus socios europeos de intransige­ncia.

Pasada la medianoche, Tusk retoma los contactos con los líderes europeos

Grecia debe unos 240.000 millones a los gobiernos e institucio­nes del euro

El Parlamento griego aprobó de madrugada por 178 votos a favor y 120 en contra la propuesta de convocar un referéndum para el próximo 5 de julio. En Bruselas, fuentes diplomátic­as europeas definen la situación como “absurda”, ya que se preguntará a los griegos por unas propuestas basadas en un programa que entonces ya no existirá, pues si nada lo impide expirará el martes 30 de junio. El presidente del Eurogrupo cuestionó que el Gobierno griego haya informado bien de los riesgos que se derivan de la consulta, tanto si gana el sí como si gana el no, porque en ese tiempo no recibirá financiaci­ón. “No sé cómo piensa Grecia sobrevivir y afrontar sus problemas”, dijo Dijsselblo­em, que pidió a Tsipras que diga a los griegos “la verdad” de que “no habrá una salida fácil” a la situación actual. Luego matizó que si Tsipras defendiera un sí a las propuestas de rescate de las institucio­nes, el referéndum sería menos problemáti­co y “habría sido más fácil” concederle la prórroga.

También Varoufakis dijo estar dispuesto a defender el sí al rescate en un referéndum si las institucio­nes mejoran su propuesta, aunque esto les obligue a cambiar de socios de gobierno. Por este desenlace pa-

san las escasas esperanzas por resolver la crisis sin pasar al plan B, pero de momento el diálogo está roto. El Eurogrupo se declaró dispuesto a movilizar a sus institucio­nes, en particular el fondo de rescate del euro (MEDE), y a apoyar las medidas que el BCE pueda tomar para evitar un contagio de la crisis a otros países. La zona euro, dice la línea oficial, está mejor preparada que hace unos años para enfrentars­e a este escenario, pero el tono de las declaracio­nes oficiales tras debatir, sin Grecia, las consecuenc­ias de la situación actual fue sensibleme­nte más suave que a media tarde, cuando informaron de la ruptura de las negociacio­nes.

 ?? OLIVIER HOSLET / EFE ?? El ministro griego de Economía, Yanis Varufakis, abandonó ayer la reunión del Eurogrupo en Bruselas
OLIVIER HOSLET / EFE El ministro griego de Economía, Yanis Varufakis, abandonó ayer la reunión del Eurogrupo en Bruselas

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain