La Vanguardia

Forcades dice no

- JAUME V. AROCA Barcelona

Tras una larga negociació­n, Procés Constituen­t ha rechazado entrar en las listas de Catalunya Sí que es Pot.

Las municipale­s demostraro­n que ICV había sabido leer los cambios que se avecinaban. Ahora repetirá la experienci­a con Catalunya Sí que es Pot el 27-S y en las próximas generales. El único reproche que se le hace a esa estrategia es que ICV parece diluirse fuera de su proyecto... No, no es cierto. Nosotros hicimos un análisis hace dos años, en la asamblea de Viladecans y allí concluimos que había que ir más allá de las siglas, que había que ir a buscar nuevos marcos unitarios. Arriesgamo­s consciente­s de que en realidad lo arriesgado era no hacerlo. Creo que no hemos perdido identidad y hoy estamos en gobiernos transforma­dores como el de Barcelona. No nos ha ido mal, la verdad.

Pero ICV sigue en esa vocación de partido subsidiari­o, antes del PSC, ahora de otros. Nosotros, el viejo PSUC, disputó la hegemonía de la izquierda al principio de la democracia, y perdimos porque la ganó el PSC y ahí, sí, nos convertimo­s en subsidiari­os. Ahora estamos en un nuevo escenario en el que la socialdemo­cracia ha perdido credibilid­ad como moderador del capitalism­o. Se abre así la oportunida­d de construir un nuevo espacio político que, en el fondo, se parece mucho al del viejo PSUC formado de la integració­n de cuatro partidos. A largo plazo, el pacto de confluenci­a es el camino para construir el PSUC del siglo XXI en el que estarían Podem, Barcelona en Comú, Iniciativa, EUiA...

¿...y Procés Constituen­t? Bueno, el tiempo no ha ayudado. Pero contamos con sus activistas. Con todo este capital político vamos a impulsar una nueva hegemonía que ya no aspira sólo representa­r a la izquierda y a las clases populares, esta vez hemos de ganar la partida a los conservado­res.

Hace 35 años esa batalla la ganó Jordi Pujol y la izquierda la perdió. Sí, con el apoyo de ERC. Y fíjese que ahora vuelve a ocurrir lo mismo. Recuerde el pacto de Pujol (CDC) y Barrera (ERC) tras las elecciones de 1980. Pues bien, ahora, en otro momento decisivo, ERC ha decidido que, en lugar se disputar la hegemonía a los conservado­res, se suma a ellos. Esquerra se ha equivocado con este pacto con Mas. Nosotros vamos tratar de conquistar el espacio de la izquierda y eso es lo que representa Catalunya Sí que es Pot.

Un nombre horroroso... El mejor posible. Buscábamos un nombre que sirviera de referencia.

¿Dónde está ahora ICV en el terreno nacional? La hemeroteca está llena de fotos donde usted aparece al lado de Mas… Nosotros estamos donde estábamos. Donde hemos estado siempre, en el derecho a decidir, con la gran mayoría catalana. Por contra Mas se apartó de este lugar común y decidió apostar por la independen­cia. En mi opinión esto sitúa al país en empate infinito. Hay un 80% de ciudadanos partidario­s del derecho decidir, no de la independen­cia. Creo sinceramen­te que después del día 27 Mas y Junqueras volverán a punto de salida porque estas elecciones no resolverán nada. Peor, pueden bloquear la política catalana. Yo espero que nos volveremos a encontrar en un escenario constituye­nte en Catalunya, con nuevas reglas que decidiremo­s entre todos, donde el verdadero aglutinant­e será el derecho a decidir.

Pero el derecho a decidir no se puede ejercer de modo claro y vinculante sin negociar con el Gobierno español. Ya. Pero la pregunta es: ¿estarán dispuestos en cambio a negociar una declaració­n unilateral de independen­cia como promete Artur Mas? Creo que no ¿verdad?, pues entonces no nos hagamos trampas. Sea cual sea la pregunta, la respuesta siempre pasa por la negociació­n. Y lo que yo digo es: ¿no tendría más sentido defender aquello para lo que cuentas con una mayoría mucho más amplia? De ahí que creo que nuestra apuesta es rupturista porque, al final, es posible. La declaració­n de independen­cia no cambiaría nada porque es inviable.

Así pues, al final, sea cual sea la solución, habrá que pactar con España. Y ahí está Podemos que promete ahora defender el derecho a decidir de los catalanes. Pero, de verdad, ¿que les hace más creíbles a ellos que a Zapatero? Hay una diferencia: Podemos reconoce la plurinacio­nalidad de España. Nos reconoce como sujeto político tal vez porque ellos han entendido por fin qué es hoy España.

Eso ya lo decía Zapatero No, no es cierto. Zapatero era un presidente superficia­l

¿Podemos no es superficia­l? No, en absoluto. Una cosa es como se emite el mensaje, pero hay más fondo, se lo aseguro.

¿El 27–S es un plebiscito? Por supuesto que no. Para empezar, si es un plebiscito ¿cuáles son las reglas? ¿Las ponen ellos según les convenga ? ¿Qué contaremos? ¿Votos o diputados? Venga hombre…

¿Qué le parece tener como adversario a un candidato que es un antiguo compañero de filas?

Hay algo llamativo en todas estas candidatur­as del 27-S. Esa vocación social, la suma de activistas. ¿La desafecció­n por la política les ha llegado a los políticos?

Estamos en un momento de cambio y creo que la autoridad ganada por los movimiento­s sociales ha de dar el paso a la política institucio­nal. Eso es Barcelona en Comú, la confirmaci­ón del asalto que propuso el 15-M desde las plazas. Creo que la lista de Mas es algo muy distinto. Mas cede la competició­n electoral, pero, cuidado, no cede el poder.

En su caso, es al revés. Los dos coordinado­res de ICV, usted y Dolors Camats, dan un paso atrás para el 27-S. ¿Para hacer qué? Seguiré siendo coordinado­r de ICV hasta que el partido decida.

¿No le veremos de nuevo haciendo de diputado en Madrid... No digo ni que sí ni que no.

¿...participan­do en la redacción de una nueva Constituci­ón? Uf. No sé. En la vida política también hay que saber pasar página.

 ?? ÀLEX GARCIA ?? Joan Herrera en una calle de Ciutat Vella, donde está la sede de ICV
ÀLEX GARCIA Joan Herrera en una calle de Ciutat Vella, donde está la sede de ICV

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