Illarramendi, punto final
Fábio Coentrão pone rumbo al Mónaco y Lucas Silva se irá al Marsella
El Real Madrid desatascó ayer de un plumazo su operación salida del verano y se deshizo de tres jugadores de la primera plantilla: Asier Illarramendi, Fábio Coentrão y Lucas Silva. Hay un cuarto por el que sigue esperando ofertas, Denis Cheryshev, cuyo futuro aún es incierto. Y un quinto que ya salió la semana pasada: Marco Asensio, cedido al Espanyol.
La primera operación en confirmarse ayer fue la de Asier Illarramendi, quizás tras Kaká el mayor fracaso de esta segunda etapa de Florentino Pérez al frente del Madrid. El club blanco pagó por el jugador 39 millones de euros a la Real Sociedad en el verano del 2013 después de que este se proclamara campeón de Europa con la sub-21 jugando de doble pivote con Thiago. Firmó por seis temporadas, con un salario de tres millones de euros cada una. El club veía en él al recambio ideal para otro donostiarra, Xabi Alonso.
Sin embargo, en las dos temporadas que ha jugado con los blancos Illarra no ha cumplido ni de lejos con las expectativas para un fichaje tan caro. En la primera, la 2013-2014, jugó en 29 partidos de liga, pero sólo en quince lo hizo de titular, marcó dos goles y dio una asistencia. Su pésima actuación en los cuartos de final de la Champions en Dortmund, cuando tuvo que ser sustituido por Casemiro para evitar males mayores cuando el equipo perdía 2-0 (el Madrid había acudido con una renta de 3-0) le marcó para mal ante Ancelotti, que ya no volvió a confiar en él.
La segunda y última temporada, la pasada, aún fue peor. Jugó en treinta partidos ligueros, pero sólo en diez de titular. Su casillero de goles y asistencias quedó a cero. Tan mal lo vio el club que en el mercado de enero fichó a Lucas Silva para tener un recambio de más garantías.
Por si la trayectoria deportiva de Illarra no fuera suficientemente mediocre, el jugador se vio envuelto en líos extrade- portivos que perjudicaron su imagen y minaron su moral, como cuando durante los carnavales de Azpeitia de marzo del 2014 las cámaras de televisión le cazaron disfrazado de Batman corriendo delante de una vaquilla, una actividad prohibida en el régimen interno del club.
La Real ha pagado por Illarramendi 16 millones (que podrían llegar a veinte por una serie de variables) y el jugador firmó por otras seis temporadas, en las que cobrará en total lo que hubiera percibido en las cuatro que le quedaban en el Madrid. “Estoy muy feliz. Esto es lo que buscaba”, comentó el centrocampista nada más ru- bricar su nuevo contrato. A media tarde el Real Madrid hizo oficial también la salida de Fábio Coentrão, el lateral portugués que llegó al club blanco en el verano del 2011 a cambio de 30 millones de euros pagados al Benfica. El jugador va al Mónaco en calidad de cedido un año, una opción para evitar que el club del Principado supere el fair play financiero de la UEFA. El acuerdo obligaría al Mónaco a pagar 15 millones de euros el próximo verano.
A diferencia de Illarramendi, la marcha de Coentrão no obedece a la falta de calidad para jugar en el Madrid sino al hartazgo del club por un jugador que se pasa gran parte del año lesionado y que sólo reaparece cuando entra en acción la selección portuguesa. En sus cuatro temporadas en el Madrid Coentrão ha disputado sólo cien partidos, si bien cuando no ha estado en la enfermería ha sido un buen competidor de Marcelo. De hecho, Coentrão ha sido titular en cuatro de las cinco finales que el Madrid ha disputado estando él en la plantilla; entre ellas, la más importante, la Champions de Lisboa.
Lucas Silva, el mediocentro de 21 años que el Madrid fichó al Cruzeiro el pasado 23 de enero por quince millones de euros, será la tercera salida en las próximas horas. El jugador no ha resultado el revulsivo que se esperaba y sólo jugó en nueve partidos –ocho de liga– de la temporada pasada, con un total de 335 minutos. El centrocampista se irá al Marsella, que entrena Míchel, en calidad de cedido y sin opción de compra para el club francés porque en el Madrid se piensa que todavía puede ser un jugador de futuro.
Queda el ruso Denis Chersyshev, un extremo del agrado de Benítez pero que ha pedido salir del club una vez que el entrenador le excluyó de la primera convocatoria, el domingo en Gijón. El Villarreal lo quiere cedido, como el año pasado, pero el Madrid prefiere venderlo y lo ha puesto en el mercado por 18 millones de euros. El Valencia se lo está pensando.
Florentino compró a Illarramendi hace dos veranos por 39 millones y ahora lo devuelve a la Real Sociedad por sólo 16 millones