MINISTRO DE JUSTICIA VENEZOLANO
El líder opositor venezolano, condenado a 13 años y nueve meses de cárcel
La justicia venezolana, controlada por el régimen chavista, ha condenado a 13 años y nueve meses de cárcel al dirigente opositor Leopoldo López por haber organizado manifestaciones contra el Gobierno en el 2014.
“Seguiremos luchando con más fuerza contra esta dictadura”, proclama la esposa de López, Lilian Tintori
Venezuela ya tiene a su Nelson Mandela. Trece años y nueve meses de prisión convierten a Leopoldo López en figura heroica de una oposición cuyos líderes comparten muy pocos ideales con el prócer sudafricano. Sin embargo, el mismo chavismo que un día pretendió capitanear la izquierda latinoamericana ha logrado que sea la derecha que tanto combatió Hugo Chávez la que ahora se arme de argumentos para denunciar la conculcación de los derechos humanos en el país.
El juicio contra López ha estado plagado de irregularidades, de principio a fin. La sentencia fue dictada la noche del jueves (madrugada de ayer en España), un rato después de acabar la audiencia final que, como las otras 57 sesiones del proceso, se celebró en total opacidad, sin cámaras ni periodis- tas, en un caso de tanto calado político como éste.
Tras la sentencia, la esposa de López, Lilian Tintori, compareció junto a sus seguidores. Al borde del llanto, Tintori pidió “calma” y no caer en “provocaciones”, pero dejó ir toda su indignación: “Queda ratificado, una vez más, que vivimos bajo un régimen represor an- tidemocrático, corrupto, ineficiente, y que con esta condena injusta seguiremos luchando con más fuerza contra esta dictadura”.
Las reacciones internacionales fueron inmediatas. Todas críticas contra la condena, ante el silencio de los presidentes sudamericanos bolivarianos que en otras épocas invocaban reuniones urgentes de la Unasur frente a situaciones similares.
Las críticas internacionales cuestionan las garantías procesales y la falta de transparencia del juicio e insinúan un quiebro en la división de poderes. El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, denunció “el uso del sistema judicial venezolano para reprimir y castigar a los críticos del gobierno”, mientras que la representante de Exteriores de la UE, Federica Mogherini, lamentó que Venezuela “haya fracasado en proveer a los acusados de garantías de transparencia y de un debido proceso legal”. Por su parte, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, se mostró “preocupado” por la condena.
“Estamos preocupados por el derecho de López a un juicio justo, dado la información recibida sobre las irregularidades ocurridas durante su proceso, como la falta de evidencias para la acusación, el rechazo de testigos de la defensa, y los comentarios contra él expresados por altas instancias del Gobierno de Venezuela”, dijo el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Rupert Colville.
En cambio, la ministra de Exteriores de Venezuela, Delcy Rodríguez, defendió la independencia judicial de su país tras reunirse en Nueva York con el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon. “Los poderes públicos en Venezuela son independientes”, indicó Rodríguez, que advirtió que “desde algunas voces internacionales se pretenda legitimar los actos de violencia terrorista”.
López ya cumple su condena en un prisión militar, donde lleva encarcelado desde el 18 de febrero del año pasado, cuando se entregó voluntariamente a la policía. El líder del partido Voluntad Popular (VP) fue sentenciado en primera instancia a trece años y nueve meses por cuatro delitos: incendio, asociación para delinquir, instigación pública y determinación en daño.
La justicia le responsabiliza de atizar los disturbios violentos durante las movilizaciones estudiantiles del 12 de febrero de 2014 en Caracas, que en todo el país costaron 43 muertos. Durante el juicio no se presentó ninguna prueba que vinculara directamente a López con acciones violentas. Por el contrario, circulan varios vídeos donde se ve a fuerzas de choque chavistas provocar incidentes durante aquella jornada. En su alegato final, de casi tres horas, López intentó proyectar un vídeo de descargo –que circula por las redes sociales– pero el tribunal lo impidió.