Lewis Hamilton pilota igual de rápido su coche que su corazón
De Naomi Campbell a Rihanna, Lewis Hamilton colecciona una larga lista de conquistas
A tenor de los romances que ha tenido y de los que se le atribuyen, Lewis Hamilton no es sólo, a sus 30 años, uno de los grandes campeones de la fórmula 1, sino que es también todo un Fitipaldi del amor. Quizá estemos ante el deportista (suponiendo que la fórmula 1 sea un deporte, claro) más ligón de los últimos tiempos, con una carrera tan meteórica en las alcobas como en los circuitos.
Hijo de un inmigrante caribeño, nacido en un modesto barrio de una población británica, sin estudios relevantes, más bien bajito, con una complexión física muy normalita y con un estilo de vestir (y de lucir bisutería cara) bastante vapuleado por los expertos en la cosa, Hamilton se ha convertido al parecer en todo un sex symbol, en un objeto de deseo para las féminas. Mas allá de posibles encantos secretos, cuenta para ello con dos fuerzas de atrac- ción bien conocidas: la velocidad motorizada –en la vida privada se mueve también con coches tan exclusivos y potentes como en la competición– y el dinero, pues es uno de los deportistas (suponiendo que la F-1...) mejor pagados del mundo.
El último sonado romance que parece haber vivido ha sido nada menos que con la megaestrella de la música Rihanna, otra gran campeona de las breves aventuras amo- rosas como él. Se les ha visto muy juntos en fiestas, restaurantes o el carnaval del país de ella, Barbados. Pero hace un par de días, en breves declaraciones a The Sun, Hamilton tiraba pelotas fuera afirmando: “Estoy soltero. No estoy ligado a na- die, soy un espíritu libre, sin intención de sentar la cabeza por lo pronto. Voy a centrarme en mi carrera... Se me ha asociado con mujeres realmente guapas. No me importa... siempre que sean mujeres guapas”.
Con que sean guapas ya le vale,
“No estoy ligado a nadie, soy un espíritu libre, sin intención de sentar la cabeza por lo pronto”, ha afirmado
pero hace doce años su primera novia, la hongkonesa Jodia Ma, no fue una joven especialmente guapa, pero sí con un padre empresario millonario que en el 2004 contribuyó decisivamente a la carrera de Hamilton. Lo que son las cosas, Ha- milton dio por acabada la relación cuando comenzó a triunfar en la fórmula 1, poco después de que ella volara 10.000 kilómetros para estar a su lado tras sufrir un accidente en un entrenamiento.
Cambió a la joven hongkonesa por la hija de otro empresario más millonario aún, Sara Ojjeh, hija del propietario de la firma de relojes Tag Heuer y copropietario de su escudería de entonces, McLaren.
Su otra relación más larga es la que mantuvo, durante unos siete años y hasta principios de este, con
Esta misma semana se le ha visto saliendo con las modelos Kendall Jenner y Fanny Neguesha
con Nicole Scherzinger, cantante y líder del grupo The Pussycat Dolls. Pero antes y después de ese noviazgo, y también durante sus periodos de ruptura, cuatro, Hamilton mantuvo al parecer breves aventuras con varias esculturales féminas, entre ellas la supermodelo Naomi Campbell y la natural de la isla de Granada Vivian Burkhardt, finalista en el certamen de Miss Mundo del 2007.
Amante de la libertad y el picoteo, desde que rompió con Scherzinger porque ella quería boda y establecer un hogar común, Hamilton ha pisado aún más el acelerador y, antes de su aventura con Rihanna, tuvo diversos encuentros con las modelos Gigi Hadid y Kendall Jenner (amigas, para más inri). Y anteyer mismo se le vio saliendo por Nueva York con esta última, al igual que a principios de semana le pillaron saliendo a cenar en Londres con la asimismo modelo Fanny Neguesha, expareja del futbolista Mario Balloteli.