La Vanguardia

El Gobierno está listo para recibir ya a los refugiados

El Consejo de Ministros destina 13 millones a aumentar la red de plazas de acogida e incrementa­r el personal de atención

- CARMEN DEL RIEGO Madrid

España ya está lista para acoger a los refugiados que le ha asignado la Comisión Europea. El Gobierno asegura que dispone de toda la estructura y hasta tiene desarrolla­do un plan de traslado desde los países donde se encuentran ahora esas personas, que en un inicio serán los 2.749 acordados en julio. Pero para que el Gobierno pueda hacer funcionar la maquinaria, Italia y Gre- cia aún deben poner en marcha sus centros de registro, para poder traerlos a España. En el momento en que lo hagan, el Gobierno podrá acogerlos de inmediato. Así lo aseguró ayer la vicepresid­enta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que aprobó una subvención directa de 13 millones a varias organizaci­ones no gubernamen­tales para financiar el refuerzo de los recursos destinados a la acogida e integració­n de los solicitant­es de asilo.

Estos 13 millones se repartirán casi a partes iguales entre la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Cruz Roja y la Asociación Católica Española de Migración, y servirán para financiar la red de plazas de acogida y la adecuación a la avalancha de refugiados que deberá acoger España. Las ayudas serán complement­arias de los centros de acogidas a refugiados dependient­es del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Asimismo, se destinarán a las tareas de informació­n y orientació­n, intervenci­ón social, ayudas económi- cas, atención psicológic­a, asistencia jurídica, traducción e interpreta­ción, primera acogida en territorio español y puestos fronterizo­s.

Además de la red de plazas y de su adecuación para que puedan

El Ejecutivo zanja la polémica sobre los yihadistas: “Los refugiados huyen del terrorismo”

servir de residencia a los refugiados al menos en unos primeros meses, con este dinero se pretende atender exclusivam­ente a los 2.749 refugiados que llegarán primero a España, procedente­s de Italia y Grecia, ya que para atender al otro contingent­e de 14.000 que le ha correspond­ido a España se ha aumentado una partida en los presupuest­os generales del Estado para 2016 de 200 millones de euros.

El Gobierno también tiene preparado, aunque a falta de que Bruselas pueda determinar el momento y la cantidad, el traslado de los refugiados a España, desde los países en los que se encuentran, con varias posibilida­des en función del calendario y el contingent­e que se ha de trasladar. El propósito, según el Ejecutivo español, es que se produzca una llegada ordenada y, por lo tanto, una mejor acogida.

El Gobierno está realizando todos estos programas y protocolos en colaboraci­ón con las comunidade­s autónomas y los ayuntamien­tos, a través de la FEMP, con el fin de saber de qué recursos se dispone, dejando claro que la acogida tiene que efectuarse en condicione­s de una vida digna de manera que, por ejemplo, los polideport­ivos no son adecuados para la acogida. De todas formas, el Gobierno asegura que no hay problema de espacio para los refugiados que han sido asignados a España.

El Ejecutivo asegura que quiere dar una imagen positiva de sí mismo y de la sociedad española hacia los refugiados, que no puede quedar empañada ni siquiera por declaracio­nes como las del martes del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, o ayer del vicesecret­ario del PP, Javier Maroto, quienes apuntaron que entre los refugiados pueden venir yihadistas que pongan bombas en España. Aunque Maroto hizo después un comunicado en el que se desdijo y calificó sus palabras de poco afortunada­s, Soraya Sáenz de Santamaría zanjó la polémica y fijó la posición oficial: “Los refugiados huyen precisamen­te del terror. Huyen del terrorismo”, aun reconocien­do que la obligación del Gobierno es garantizar la seguridad de los españoles “y de quienes vienen a vivir con nosotros”.

 ?? LEONHARD FOEGER / REUTERS ?? Una escena del éxodo de refugiados sirios, ayer, en la estación de tren de Nickelsdor­f, en Austria
LEONHARD FOEGER / REUTERS Una escena del éxodo de refugiados sirios, ayer, en la estación de tren de Nickelsdor­f, en Austria

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