PARA ELEGIR UN BUEN COMPLEMENTO ALIMENTICIO HAY QUE TENER EN CUENTA LOS SIGUIENTES ASPECTOS:
1 Producción y certificados GMP (Buenas Prácticas de Producción). Los complementos alimenticios que son producidos de acuerdo con las regulaciones GMP (Buenas Prácticas de Manufactura) y HACCP (Sistemas de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control). Una buena opción son los que se fabrican dentro de la Unión Europea.
2 Control de calidad y trazabilidad. Que todas las materias primas sean controladas antes de ser utilizadas en la producción, con la documentación de origen. Que sean estandarizados, es decir, cada cápsula y comprimido sean idénticos, y que contengan la misma cantidad de nutrientes. Existen muy pocos en el mercado con trazabilidad.
3 Preparados documentados científicamente. Es muy importante que los complementos alimenticios estén basados en documentación científica que avale su calidad y su absorción en el cuerpo.
4 Alta biodisponibilidad. Un complemento debe ser absorbido para que tenga un efecto. Pocos complementos tienen una alta biodisponibilidad totalmente documentada. La biodisponibilidad mide la capacidad del organismo para acceder a una sustancia. Para poder optimizar un complemento, el ingrediente activo debe ser absorbido y estar disponible para el organismo. Si un complemento tiene una biodisponibilidad baja, sencillamente pasará por el sistema digestivo y se expulsará sin tener ningún efecto.
5 Alta calidad en el envase. Es muy importante que las cápsulas/comprimidos estén embalados en higiénicos blísters. De esta forma se asegura la vida útil del producto una vez abierto. Los estudios demuestran que ciertos ingredientes almacenados en contenedores de cristal pueden verse afectados por los ambientes húmedos, el daño oxidativo y las fuentes de contaminación. Los blísters protegen de forma eficaz las cápsulas ante todas estas amenazas. Mediante blíster, únicamente se entra en contacto con una cápsula a la vez. Además, las cápsulas se mantienen separadas y , por tanto, no se pegan entre sí.