“El amor llega cuando quiere y entonces arrasa”
Jenn Dí az , autora de ‘ Mare i filla ’
Jenn Díaz (Barcelona, 1988) debuta en la literatura catalana con una novela sobre Mare i filla (Ara Llibres), después de cuatro títulos escritos en castellano: Belfondo (2011, Principal de los Libros), El duelo y la fiesta (2012, Principal de los Libros), Mujer sin hijo (2013, Jot Down Books) y Es un decir (2014, Lumen). Jenn Diaz ya reflejaba en Mujer sin hijo la distopía de un mundo donde la maternidad era obligatoria. Ella vive, también, por experiencia propia, cómo hacer de madre sin haber tenido todavía un hijo. La nueva novela trata “so- bre los vínculos familiares, las habitaciones propias, las casas con jardín y las casas en penumbra. Sobre los mundos masculinos habitados por mujeres y las frases hechas que los explican y los perpetúan. Sobre las madres, las hijas, las hermanas y las palabras y los silencios que las acercan o las separan”.
¿Cómo decidió escribir en catalán? ¿Tiene que ver el tema? Después de Es un decir, Eva Piquer me propuso formar parte de la familia del Catorze.cat. Decidí empezar una serie — Els fills dels altres— y durante un año escribí un cuento semanal en catalán. Me lo propuso por si me hacía gracia cambiar y empezar en catalán, y acepté. Eso hizo que mi cabeza, hasta entonces dedicada literariamente al castellano, se bifurcara. Vengo de familia castellanohablante, he escrito en castellano. Ahora vivo en catalán, en mi casa y con mi familia política. Todo ello me hizo plantear escribir en catalán. Y también cuentan las editoras rápidas como Izaskun, a quien conocí entonces y me animó.
“Escribo en catalán por un encargo, por una editora y porque ahora vivo en catalán”
¿Puede retratar a sus mujeres? ¿ Dolors? Es quien nos demuestra que el amor llega cuando quiere, y cuando llega, arrasa incluso con las mujeres más estables y más alejadas de la pasión.
Natàlia. Protagonista, quiere desvincularse de los modelos tradicionales, la mediocridad del matrimonio, las cosas vulgares del amor, y acaba siendo su propia víctima.
Àngela. La falta de referentes hace que vaya a contracorriente y no obedezca ninguna norma familiar, acaba huyendo del núcleo, de la sangre, aquello que le han enseñado.
Violeta. La mujer con rol masculino, que no necesita hombres ni amor, y que idealiza al padre.
Y para acabar, Èrica. La mujer resignada que escoge la estabilidad social y familiar a la verdad.
¿Qué relación tienen? Dolors, Natàlia, Àngela y Glòria conviven con el hombre de la familia, y cuando Àngel muere (herma- no, marido, padre), todas tienen que encontrar su papel en la familia. Entre las cuñadas hay una tensión explícita que no se sabe de donde viene. Entre la madre y las hijas una decepción, una pérdida lenta de la ternura y la comprensión. Entre las hermanas una desconexión total que las aleja cada día más. Entre la tía y las sobrinas, una absoluta devoción y un gran respeto. Entre Natàlia y Èrica, un pacto. Entre Natàlia y Violeta, una rivalidad, a ver quién gusta más al hombre al que aman.