El desafío padre
El Barça va al Calderón con bajas y con Messi sin entrenarse por paternidad pero con la convicción del campeón
Ante un desafío padre como el del Vicente Calderón, una actitud desacomplejada. Ante un reto repleto de espinas, una ambición sin límites. Que no se entrena Messi porque acude al hospital para ver nacer a su segundo hijo, de nombre Mateo y ligado para siempre a una fecha tan capital como el 11 de septiembre, no pasa nada porque se encuentra en condiciones y ya se sabe cuál puede ser su rendimiento. Que no jugará Bravo, el equipo cuenta con Ter Stegen y Masip. Que los futbolistas han estado diseminados por el mundo por los compromisos de las selecciones, no es excusa. Que no hay perdón para Gerard Piqué, que será baja para cumplir su tercer partido de sanción, y que Alves no llega a tiempo por su lesión muscular, pues saldrán Mascherano y Sergi Roberto, este sí a punto. Que delante viene con el miura Diego Simeone, pues en el Barça está Luis Enrique. Sin faltarle al respeto al contrario pero sin perderle la cara al envite de esta noche el entrenador del Barça ha dado un paso adelante en su discurso con respecto a la temporada pasada. Mucho más suelto y relajado, Lucho dibujó un partido de alto copete y sólo insistió en un concepto: intensidad.
“La intensidad ante el Atlético es básica, o igualas su intensidad o lo pasas muy mal”, señaló el entrenador asturiano. Sabe de sobras cómo se le mete mano al conjunto rojiblanco. No en vano, la pasada campaña Luis Enrique le ganó los cuatro duelos a Simeone, incluido el que supuso la consecución del título de Liga para el Barça en el Calderón. Ese día, el 17 de mayo, Messi logró el gol del triunfo. El argentino, que no se ha ejercitado con el Barça en toda la semana, ha marcado nueve goles como barcelonista en el Manzanares. El crack espera dedicarle un tanto su niño y desea que sirva para algo, no como el que metió en honor de su primer vástago, Thiago, en una derrota del Barcelona contra el Celtic. “Leo no se ha entrenado, pero todos sabemos lo que puede dar. Estará en el Calderón. Está en condiciones”, zanjó Luis Enrique, que cuenta con el tridente al completo. Porque si Suárez ha estado poniéndose aún más a tope en Barcelona y Messi acudirá motivado por una posible dedicatoria, Neymar, más de tapadillo, suele sacar de quicio a los defensas rojiblancos.
El Barça sabe que delante tendrá a un Atlético remozado pero con las mismas constantes, las de su entrenador. “Somos dos equipos ganado- res, con la filosofía de cada club y cada técnico. Cada uno utiliza el estilo que cree mejor en función de sus futbolistas. Pero tanto Simeone como yo hemos demostrado que somos entrenadores que ganan títulos”, recordó Luis Enrique.
Simeone sólo le ha ganado una vez al Barça en trece partidos, pero sirvió para eliminarle de la Champions hace dos temporadas, cuando el Atlético se convirtió en un muro infranqueable. Ahora la sed de venganza ha cambiado de bando y el Calderón aguarda al Barcelona con ganas de convencerse de que aspiran a la Liga de nuevo.
Al igual que los blaugrana los madrileños han sumado los seis puntos en un campeonato que todavía no podrá ver debutar a Piqué. Sigue castigado por su expulsión en la Supercopa y continúa siendo protagonista por sus polémicas con el Madrid y con España. “Me parece patético que piten a un jugador de la selección. Es cómico que en este país sucedan cosas así”, se despachó Luis Enrique, que está de acuerdo con su futbolista cuando afirma que quiere que pierda el Madrid siempre. “Piqué es un tío espléndido, muy sincero y original, tiene su gracia lo que dijo (lo de Kevin Roldán). Es una rivalidad necesaria. Antes se mataba a Guti por decir que quería que el Barça perdiera siempre. Hay mucha hipocresía que aflora”. Luis Enrique no quiere caretas.