Bruselas estudia dar margen fiscal a los gobiernos por la crisis de asilo
Alemania enfría los planes para una garantía paneuropea de depósitos
El Gobierno descarta que la Comisión Europea expediente a España por ayudas fiscales a la banca
La crisis de asilo se coló ayer en la reunión informal de ministros de Economía europeos celebrada en Luxemburgo, preocupados por el impacto presupuestario de la decisión de dar protección a decenas de miles de personas en la Unión los próximos meses. Aunque abundaron los llamamientos a no ver esta situación como un coste económico, se ha pedido a la Comisión Europea que estudie si supone una “circunstancia excepcional” y puede dar pie a una relación de los objetivos de reducción del déficit.
Los gobiernos europeos darán luz verde el lunes a la decisión de acoger a 40.000 personas llegadas desde mayo a Grecia e Italia con derecho a asilo, y empezarán a debatir la propuesta de dar protección a 120.000 más. “A España se le ha asignado una cuota de 15.000 y por supuesto que haremos frente a ella. Desde el punto de vista presupuestario existe margen para hacer frente a esto, que es un deber humanitario”, afirmó el ministro de Economía Luis de Guindos. Italia y Austria, entre otros, se han mostrado en cambio preocupados y presionaron para pedir a la Comisión que estudie “el impacto económico y financiero” de la nueva situación. Pierre Moscovici, su responsable de Asuntos Económicos, se mostró precavido: “El impacto económico no deben ser visto del modo negativo expuesto por los populistas”, avisó; Bruselas hará “análisis más pre- cisos para demostrarlo”.
La reunión de ministros de Economía continuará hoy con un debate sobre el futuro de la unión monetaria. Sólo 48 después de que Jean Claude Juncker, presidente de la Comisión, propusiera completarla con una garantía paneuropea de depósitos bancarios, Berlín volvió a poner límites a la solidaridad financiera europea y dejó claro que le parece prematuro dar este paso. La mutualización de las garantías de los depósitos bancarios es el tercer pilar de la unión bancaria, el paso que teóricamente debe seguir a la centralización de la supervisión y el fondo de resolución común, de modo que en caso de crisis los depósitos estén respaldados no por el fondo del país de la entidad sino por uno europeo financiado por todos los bancos de la eurozona. En un documento distribuido de cara al debate de hoy, Alemania afirma que “comenzar ahora una discusión para compartir más los riesgos bancarios (...) es inaceptable”.
Si la garantía paneuropea de depósitos es uno de los instrumentos que se echa en falta la zona euro a la vista de la experiencia de la crisis, hay otras medidas aceptadas en ese contexto que ahora se cuestionan, como las garantías estatales a los créditos fiscales diferidos de la banca. La Comisión abrió en abril una investigación informal a España y otros países por este motivo, pero el Gobierno cree que la ha convencido de que no son un rescate encubierto de la banca: “No habrá apertura de expediente”, las entidades podrán seguir contabilizando este activo en sus balances como “capital de primera calidad”, aseguran fuentes del Ministerio de Economía. La decisión es crucial para la banca española, que ha visto reforzado su capital en 40.000 millones gracias a este cambio legislativo.