El villano que faltaba en la disputa del trono
Vamos a hablar de Juego de Tro
nos. La casa Lannister no es la única que pervierte la educación de sus hijos con una ausencia absoluta de moral. Los Greyjoy son otra casta dura, orgullosa y donde el concepto de la bondad no existe ni tan siquiera en los cuentos infantiles. Vieron que los Siete Reinos temblaban y ellos decidieron mover ficha para quedarse con el trono de hierro. Pero hasta este momento habían quedado en la sombra por la superpoblación de dinastías. Los Stark, los Baratheon, los Lannister, los Tyrell y los Targaryen ya eran suficientes para los guionistas, que debían manejar la capacidad del espectador para memorizar apellidos. Pero ahora es el turno de los Greyjoy, como demuestra el fichaje de Pilou Asbæk, un actor de origen danés que ha subido todavía más el pedigrí de la serie de HBO.
Algunas veces aparecer en el canal de cable consolida una carrera pero Asbæk no necesita la televisión americana para ir con la cabeza bien alta. Con 33 años puede presumir de haber contribuido en la fiebre por la ficción nórdica. Apareció en Forbrydelsen, la serie que se emitió en el resto del mundo con el mismo nombre que su
remake, The killing. Este año participó en la ambiciosa miniserie
1864, producida por el canal público DR1 y que causó controversia por su implacabilidad a la hora de tratar la guerra de los ducados, que representaría el ocaso del imperio de Dinamarca. Pero su punto álgido fue Borgen, un drama político que la productora New Atlantis planea adaptar para el mercado español. Su papel como
spin-doctor de la ficticia primera ministra Birgitt Nyborg le puso en un primer plano de la crítica. Era una especie de Don Draper de la política, un hombre que se forjó su propia identidad y que una infancia traumática había dejado con la brújula moral estropeada.
De haberse encasillado, lo ha hecho en la figura del antihéroe, este concepto tan de moda en televisión y que se ha ido deteriorando, pasando de representar a héroes defectuosos como Jack Bauer ( 24) para definir directamente a monstruos ( Dexter, Hou
se of cards). Esta imagen no tiene nada que ver con su simpatía natural que lo llevó a presentar Eurovisión el año pasado en su Copenhage natal. Pero su perfil más maquiavélico permite que sea el candidato ideal para interpretar a Euron, que los lectores también conocen como Ojo de Cuervo y que es el hermano menor de Balon Greyjoy, actual Supremo de las Islas del Hierro. Las malas lenguas dicen que lleva un parche para tapar la maldad que transmite uno de sus ojos y, para hacerse una idea de su personalidad, en los libros es el capitán de una embarca- ción llamada Silencio. ¿Y por qué este nombre? Pues porque los tripulantes son mudos desde que Euron, popular por sus hazañas bélicas, les cortó la lengua a todos.
Mientras los fans españoles estaban obsesionados por confirmar qué fin tendrían los escenarios autóctonos de Juego de tronos (Girona, de momento, será la ciudad libre de Braavos como corroboró la presencia de Maisie Williams, conocida como la pequeña Arya Stark), los británicos confirmaron el fichaje de Asbæk cuando le identificaron en Irlanda del Norte. Se le vio compartiendo escena con Gemma Whelan, que interpreta a Yara Greyjoy y que fue presentada en la segunda temporada con una escena controvertida (¡otra más!) con connotaciones incestuosas (en una retorcida broma seducía a su propio hermano Theon).
Los lectores, de hecho, se habían sorprendido por su ausencia en la serie. Desde la tercera entrega de George R.R. Martin, Tor
menta de espadas, su nombre ha aparecido numerosas veces en los textos y siempre relacionado con hechos significativos. Pero la popularidad de otras casas obligó a aparcar su recorrido, que ahora los guionistas D.B. Weiss y David Benioff quieren retomar en la serie después de ventilar unos cuantos personajes. Asbæk podría convertirse en una de las revelaciones de la próxima temporada en Estados Unidos. Material no le faltaría si Weiss y Benioff, seguidores de
Borgen, no deciden desviarse demasiado del texto literario, algo por lo que precisamente no se caracterizan. Durante la quinta temporada, la trama de Sansa Stark horrorizó al sector más feminista, que se escudó en los cambios introducidos por los guionistas para defender una supuesta misoginia en el trato a las mujeres (algo que puede rebatirse como un maltrato fruto de esta época fantástica inspirada en el medievo).
Este actor de padre danés y madre franco-marroquí tampoco concibe la idea de estancarse en un único medio, sea el televisivo o el cinematográfico. Esta semana ha presentado la película A war en Venecia de la mano del director Tobias Lindholm, con quien ya había trabajado en Secuestro, y su futuro en Hollywood se consolidará en febrero con el estreno del
remake de Ben-Hur que ha rodado junto a Morgan Freeman. Será Poncio Pilato en la super-producción de 140 millones de dólares. Tampoco es el único actor de
Borgen en cruzar el Atlántico y ni tan siquiera el primero en aparecer en Juego de tronos. En la vida real está casado con la dramaturga Anna Bro pero su pareja en la ficción, Birgitte Hjort Sorensen, ya intercambió palabras con Jon Snow Más-allá-del-muro antes de convertirse en una caminante blanca. Y Sidse Babett Knudsen, que interpretaba a la primera ministra, tiene pendiente de estreno la serie Westworld en HBO con Anthony Hopkins, además de papeles secundarios en las próximas dos películas de Tom Hanks, incluyendo Inferno, la adaptación de la novela de Dan Brown. Cuando en Juego de tronos decían que se acercaba el invierno, quizá en realidad se referían a esta invasión nórdica.
LOS SEGUIDORES DE ‘JUEGO DE TRONOS' SE IMPACIENTABAN: ¿DÓNDE ESTABA EL