Susana llega a tiempo
La presidenta andaluza retoma en Catalunya la actividad política tras su maternidad
Ya está aquí. Apenas siete semanas después de haber dado a luz , la presidenta andaluza, Susana Díaz, regresa el lunes a la actividad política para afrontar un panorama muy complicado, con los presupuestos de la comunidad y las comisiones de investigación parlamentaria en el horizonte. Pero, sobre todo, llega a tiempo para implicarse plenamente en la campaña electoral catalana, que es lo que ella está deseando.
De momento, Díaz ha cerrado un desplazamiento de día y medio a Catalunya aunque no se descarta alguna presencia más. La presidenta de la Junta, que quiere aglutinar el voto de los catalanes de origen andaluz, estará los días 22 y 23 haciendo campaña en el Baix Llobregat, donde acompañará a Miquel Iceta y Carme Chacón. No coincidirá, según el calendario provisional, con el secretario general, Pedro Sánchez.
La imagen de Díaz y Chacón juntas y en armonía, sin Sánchez, escenificará una vez más la caliente guerra fría que la presidenta andaluza mantiene con el líder del partido . En todo caso, Susana Díaz no romperá la tregua que ha prometido mantener hasta las elecciones generales. Lo que pase después, el tiempo lo dirá.
En su participación mitinera, la presidenta andaluza no se separará ni un milímetro de lo establecido hace dos años por el PSOE en la declaración de Granada, un modelo federalista que dice “sí a las singularidades, sí a la pluralidad, sí a la diversidad y sí a que todos los españoles tienen los mismos derechos y obligaciones, vivan donde vivan”, repite constantemente.
No será la primera vez que Díaz haga escuchar su voz en Catalunya. En febrero del 2014 acudió para arropar en un mitin al entonces secretario general del PSC, Pere Navarro, al tiempo que participaba en el foro Barcelona Tribuna de La Vanguardia y se entrevistaba con Artur Mas. En julio acudió al nombramiento de Miquel Iceta como primer secretario. Inmediatamente después empezó a discrepar del “derecho a decidir” que defendía el nuevo líder del PSC, y que tildó de “trampa”. Desde entonces se ha opuesto radicalmente a admitir el carácter “plurinacional” del Estado español.
Al margen de su presencia en Catalunya, Díaz se enfrenta al reto de imprimir ritmo a un gobierno que no ha salido del letargo en el que entró en febrero, fecha de la disolución de la Cámara y de la convocatoria de comicios anticipados. Las dificultades para lograr la aprobación de los presupuestos, para lo que necesita el apoyo de C’s, se unen a las amenazas de las comisiones de investigación que se anuncian en el Parlamento. La primera investigará lo sucedido en el fraude de los cursos de formación, con el PP empeñado en arrancar su comparecencia.
En clave interna, la elaboración de las listas electorales para los comicios de diciembre amenaza con suponer otro dolor de cabeza para Díaz. La presidenta andaluza se encuentra con la dificultad de que cabezas de lista históricos del PSOE como Alfonso Guerra, Manuel Chaves o Rosa Aguilar ya no van a repetir. Y encontrar sustitutos de altura para Sevilla, Cádiz y Córdoba promete ser una tarea bastante complicada.
Díaz estará en el Baix Llobregat junto a Iceta y Chacón, y no coincidirá con Pedro Sánchez