Enorme hipocresía
La situación de este conflicto empieza a tomar tintes muy dramáticos y parece que todo el mundo mira para otro lado como muestra de impotencia ante una posible solución al mismo. Dejando aparte las raíces y causas de este conflicto, el mismo no podría sostenerse sin la evidente ayuda extranjera. Un conflicto sin armas, esto es sin dinero, no puede mantenerse en el tiempo. ¿Quién financia a las partes en conflicto, quién aporta todas las armas y municiones necesarias para la guerra? Está claro que el Gobierno actual sirio se mantiene por la ayuda y colaboración de Irán, Rusia y Hizbulah.
Las fuerzas de oposición al Gobierno sirio muy probablemente tienen el apoyo de Estados Unidos, la Unión Europea y Arabia Saudí y parece claro que algunos emiratos árabes como Qatar ayudan al Estado Islámico. Finalmente, el triste papel de Turquía sería digno de estudio.
En resumen, sentando a todos los financiadores del conflicto en una mesa negociadora se pondría fin al conflicto en apenas unas semanas. El mundo se está complicando y nadie parece tener la gallardía suficiente para declarar la verdad de este oscuro asunto.
Las grandes potencias tienen en su mano el fin del conflicto, y hasta hoy no ha habido ningún intento serio de solución.
Esto tendría que bastar para demostrar que los gobernantes de estas grandes potencias no son merecedores de su cargo y deberían ser sustituidos por nuevos líderes comprometidos con la paz mundial.
ALFONSO CASANOVAS Suscriptor Barcelona