La crispación atenaza el Toro de la Vega
La campaña animalista no logra frenar la polémica fiesta de Tordesillas del martes
Quienes se oponen en Tordesillas (Valladolid) a los festejos del Toro de la Vega son una minoría social total y absoluta dentro del municipio. Además, nadie en este pueblo de 9.000 habitantes se atreve a hacer público su rechazo hacia lo que juzga un maltrato animal, por el miedo al estigma social, al pánico de ser presentado como un mal vecino. “Los que estamos en contra somos pocos y expresamos nuestra opinión sólo a gente de absoluta confianza. Cuando llegan estas fiestas nos vamos del pueblo. El ambiente es irrespirable”, declara A. F., una mujer de Tordesillas que nos pide guardar su anonimato por miedo a ser señalada. Y da sus razones. “Hace poco, hicieron una entrevista en un periódico a un joven del pueblo que se opone a la fiesta, y aunque salió fotografiado de espal- das, ya saben quién es; van a por él”, añade la anónima interlocutora para ilustrar el clima de tensión que precede a la celebración de esta fiesta. El torneo del Toro de la Vega tendrá lugar el martes, y, de nuevo, hombres a pie y a caballo armados con lanza perseguirán al astado con el ánimo de matarlo.
“Desde que se registraron las primeras protestas en contra del Toro de la Vega, en Tordesillas se está produciendo un enconamiento entre dos bandos: los del pueblo y los de fuera, que se retroalimentan”, dice Mercedes Cano, profesora de Antropología de la Universidad de Valladolid. “Vecinos del pueblo contrarios a esta fiesta, al oír que ‘en Tordesillas se asesina’, se han sumado a los que apoyan la fiesta porque, como vecinos, se sientan atacados en su identidad”, añade Cano.
El apoyo social al Toro de la Vega es casi total en Tordesillas. En el Ayuntamiento, el grupo socialista (mayoría absoluta), el PP y la candidatura independiente de izquierdas mantienen una férrea alianza. Enfrente, tiene la oposición de diversos grupos (el Partido Animalista-Pacma, Libera!...), que llevan años pidiendo su prohibición. Cientos de personas se manifestaron ayer la Puerta del Sol unidos por la misma demanda, y no se descarta que el martes “ecologistas forasteros” vuelvan a manifestarse contra el festejo en Tordesillas, en donde se espera la llegada de unas 30.000 personas. La Guardia Civil vigilará el festejo desde el aire y lo grabará.
“Muchos vienen al pueblo a fastidiar. Y, aunque rechazo la fiesta, no estoy de acuerdo con sus métodos radicales. Se debería actuar de otra manera; para expresar la oposición a esta fiesta, es mejor organizar una recogida de firmas y pedir que cambien las leyes”, esgrime la anónima A. F.
Los organizadores del Toro de la Vega se sienten fuertes con el argumento de que ésta es una fiesta tradicional. Pero la profesora Mercedes Cano estima que ésta no puede legitimarse ni por ser una fiesta medieval (“que no lo es”), ni porque tenga importancia ritual (“si fuera así, intervendrían solo hombre a caballo”) ni porque sea un verdadero torneo (“que sería un enfrentamiento directo hombre-toro”). “A mí me parece que la tortura de los animales nunca puede ser un motivo de fiesta”, destaca Cano. “Ni tiene sentido dedicarla a la virgen, sobre todo cuando una Bula de Sixto V de 1567 excomulgaba a quienes participaran en estos espectáculos crueles con animales”, añade la profesora pidiendo una reflexión a la Iglesia.
Mientras, la campaña contra el Toro de la Vega arrecia. El Partido Antitaurino contra el Maltrato Animal (Pacma) ha promovido la campaña Rompe una Lanza, con el apoyo de famosos del cine y la televisión (Dani Rovira, Jorge Javier Vázquez, Eva Isanta...). El pasado jueves, Silvia Barquero, presidenta del Pacma, se entrevistó con el alcalde de Tordesillas, José Antonio González Pon-
Los vecinos de la localidad que son contrarios evitan dar sus opiniones, por el miedo al estigma social Los grupos activistas ven “insuficiente” el compromiso del PSOE para acabar con los “festejos atroces”
cela (PSOE), en un último intento para arrancarle el compromiso de que paralizara el festejo. “Pero el alcalde se sigue poniendo al lado de los que apoyan el maltrato animal”, dice Barquero. González Poncela replica que “mientras el toro sea legal, se seguirá celebrando”, y recuerda que la fiesta está incluida en el reglamento de espectáculos taurinos de la Junta de Castilla y León.
Los defensores del toro entregaron el jueves en la sede del PSOE más de 116.000 firmas (que se suman a las 200.000 recogidas por el portal Change.org), pero no pudieron hablar con su secretario general, Pedro Sánchez. El secretario de Cultura del PSOE, Ibán García del Blanco, respondió que al partido socialista no le gusta la fiesta, pero no es partidario de “actuar sólo contra el Toro de la Vega”; también prometió promover una ley estatal de Protección de los Derechos de los Animales, y derivó las peticiones a la Junta de Castilla y León.
Por eso, el Pacma ve “insuficiente” el compromiso del PSOE para acabar con estos “festejos atroces, en los que cientos de personas acuden con lanzas para dar muerte al animal”. “Este es un icono del maltrato animal que ha traspasado fronteras. Es algo que no se merece Tordesillas, que cuenta con un rico patrimonio histórico y cultural, que sí debe ser difundido”, añade Silvia Barquero.