Venecia vira a Sudamérica y premia a Vigas y Trapero
‘Desde allá’ y ‘El Clan’, primeros galardones en la Mostra
Podio para Sudamérica. Desde allá, del venezolano Lorenzo Vigas, y El clan, del argentino Pablo Trapero, fueron reconocidas anoche con el León de Oro a la mejor película y el de Plata a la mejor dirección. Dos películas muy distintas, con el denominador común de la convulsión urbana hispanoamericana, si buscamos un nexo.
Si la venezolana, país que debutaba en el Lido, ofrece una visión compleja de las relaciones humanas en la tensa Caracas de hoy, la argentina es una historia real, la de la familia Puccio, que en los inicios de la década de los años ochenta creó una red de secuestro y extorsión y que acabó con varios muertos en el armario.
En su discurso de anoche en el Palacio del Cinema, Lorenzo Vigas, emocionado, explicó que dos de los miembros del jurado, el turco Nuri Bilge Ceilan y el taiwanés Hou Hsiao Hsien, están entre sus maestros predilectos. En su discurso, Vigas no obvió una referencia política: “Sé que tenemos algunos problemas, pero vamos a hablar y lo superaremos”. Acabó celebrando un “¡Arriba Venezuela!”.
La película de animación Anomalisa, una hilarante historia de Charlie Kaufman ( Cómo ser John Malkovich, entre otras) y Duke Johnson, recibió el Gran Premio del Jurado. Es una historia creada en stopmotion, frame a frame, sobre un escritor de libros de mejora laboral en un viaje para dar una conferencia en Cincinnati, donde se liará con una fan. La divertidísima escena de sexo explícito entre ambos muñecos ha sido de lo más comentado estos días en el Lido.
Los recococimientos a los mejores actores fueron para Fabrice Luchini, por la francesa L’hermine y para la italiana Valeria Golino, por Per amor vostro. El jurado concedió su premio especial a la turca Abluka, de Amin Alper. Abraham Attah, por Beast of No Nation ganó el premio Marcello Mastroianni al mejor actor debutante.
Junto a The danish girl, de Tom Hooper (sin premio) posiblemente El Clan es de lo más
“Tenemos algunos problemas, pero vamos a hablar y lo superaremos”, dijo el director venezolano
comercial que ha pasado por esta 72 edición del festival, en el buen sentido del término. La película de Trapero gana con los minutos y acaba siendo un trepidante thriller con fuerte aliño psicológico. Dos de los hijos de Arquímedes Puccio estuvieron hasta las trancas en la trama, y el resto de la familia consintió y/o miró hacia otro lado, excepto uno de ellos, Guillermo, que siendo adolescente no regresó nunca de un viaje al extranjero. Está desde hace treinta años en paradero desconocido.