Éxitos ‘made in Tàrrega’
Iván Morales y Carla Rovira triunfan con obras apoyadas por la propia feria de teatro Rovira titulada
La Fira de Teatre al Carrer de Tàrrega que concluye hoy por este año es un gran escaparate de montajes de circo, danza, teatro de calle y de sala que ya han probado su éxito en medio mundo y que vienen a probar suerte con los programadores internacionales que acuden cada año a la feria, pero también es un laboratorio de creación que experimenta con nuevos formatos y que apoya a creadores locales para que monten proyectos que de otro modo se quedarían en ideas. Un laboratorio, una plataforma, que este año está brindando una muy buena cosecha. Lo demuestran los enormes aplausos que recibieron ayer obras como Wasted, un paseo descarnado por la vida de tres jóvenes a cargo de la compañía leridana Íntims, dirigida esta vez por Iván Morales. O la gran ovación que recibió la resultona propuesta sobre qué quieren ver y hacer los niños en el teatro –y, de rebote, qué ven o quieren ver y hacer en el teatro los mayores– de Carla
Most of all, you’ve got to hide it from the chicks, y en la que no se escatima hablar con los niños presentes de un tema que se les suele vedar como es el dolor.
Pero es que también fue aplaudida, aunque ciertamente le falta rodaje y trabajo con el texto, pero la puesta en escena es visualmente muy potente, A house is not a home, de la compañía Ignífuga, una reflexión sobre la fragilidad de la felicidad a partir del clásico de Maeterlinck Interior. Y otro montaje que es parte de la plataforma de apoyo a la creación de la Fira, la gamberrísima En potència, congregó en su curioso pasacalles a un numeroso público entregado. Una acción en la que los performers protagonistas se cuelgan del parabrisas o del maletero de los coches que pasan por la avenida Catalunya de Tàrrega, paran a los conductores, entran en los vehículos –demostrando que los habitantes de Tàrrega ya no se espantan por nada, se meten en los maceteros del camino, abrazan a transeúntes y se cuelgan de las vallas de edificios en obras mientras sin decir nada muestran en sus manos carteles que dicen “Aquí”, “Algo”, “Nada”, “Puede”, “Dentro”, “Ser” o “Energía”, que le dan un halo misterioso y extrañamente existencial a sus locuras. La mano del siempre surrealista Ernesto Collado está detrás y se nota.
Aunque sin duda las estrellas fueron Wasted y el montaje de Carla Rovira. En Wasted, de la rapera y dramaturga Kate Tempest, tres jóvenes amigos insatisfechos con sus vidas circulan entre un público dispuesto en círculos mostrando su inquietud, su vacío y también noches locas de discoteca, alcohol y drogas. Tres personajes que quieren cambiar de vida y se preguntan de quién es el mundo ahora o quién abraza fuerte hoy. En el montaje de Carla Rovira, se cuestiona qué tipo de teatro se ofrece a los niños: ellos quieren participar y no ser meros espectadores como los mayores. Y en el montaje, en el que ella y unos cuantos niños van vestidos de gallina y pollos, acaba participando el público. Y acaba literalmente en un galli- nero, claro: la autora recuerda que para que los pollos crezcan necesitan ciclos de luz y oscuridad, y eso es para ella el teatro también, luz y oscuridad para que crezcamos.
Ya fuera del programa de apoyo a la creación –pero podría haber estado en él– se vio –vivió– el recorrido que Marga Socias y Kristofer Krarup –según la sesión– ofrecen por Tàrrega con su particular agencia de viajes: The Hole&Corner Travel Agency. Un recorrido que habla de conexiones telúricas, de Tàrrega como punto de acceso entre cielo y tierra y que en el fondo propone un sutil, hermoso viaje de 50 minutos a nosotros mismos y los demás.
Carla Rovira muestra que más que ver teatro, lo que los niños quieren de verdad es participar en él