La Vanguardia

Cristiano humilla al Espanyol

El portugués marca cinco goles a un rival irreconoci­ble que nunca había caído así en casa ante el Madrid

- RAMÓN ÁLVAREZ

Que Cristiano Ronaldo iba a resolver ayer en Cornellà su sequía goleadora con un baño de goles lo sabían antes del partido hasta los agentes que ayer se afanaban en modificar el dispositiv­o de movilidad habitual para que todo siguiese funcionand­o igual de mal. No porque quien visitase el feudo españolist­a fuese el Real Madrid, un equipo que Cornellà recibe con la misma hostilidad que al Barcelona, ni porque el españolism­o tenga la más mínima simpatía por el portugués, abucheado en el estadio perico como si fuese el mismísimo Piqué, a quien antes de los polémicos pitos con la selección ya le atronaban los oídos al ladito de casa. No se trata tampoco de esa suerte de maldición divina que condena al Espanyol a ser el paño de lágrimas de las causas perdidas. Es más sencillo que todo eso, y es que si de algo sigue pecando el equipo de Sergio González es de ser incapaz de afrontar con un mínimo de solvencia los grandes duelos.

Ya podía repetir ayer el técnico la defensa de cinco hombres que, por otra parte, ya resultó un desastre la pasada campaña ante el mismo rival. Ni plantar tres hombres delante de la zaga. Ni siquiera hacer debutar a un central como Ciani que, como mínimo, impone con su físico. Lo de ayer, como decía el propio Sergio en la víspera del partido, no era cuestión de táctica, sino de actitud. Y, lógicament­e, el Espanyol ayer no la tuvo ante un Real Madrid que, con muchos cambios en su once, salió a hacer su trabajo y se encontró con un hat-trick de Cristiano Ronaldo en los primeros 20 minutos de juego. Lo mismo que la pasada campaña, pero mucho más rápido.

Fue el portugués, que ayer consiguió superar a Raúl como máximo artillero blanco en la Liga, pero pudo ser cualquier otro jugador de cualquier otro equipo ante el que los españolist­as hubiesen salido a jugar como ayer, ya que ni el gol que abrió el marcador gracias a un pase en largo de Modric que dejó al extremo solo ante Pau, el penalti sobre Bale que pudo haberse ahorrado Álvaro o el remate en el corazón del área entre dos de los centrales españolist­as parecen estar llamados a ambientar los minutos previos a un partido en el vi- deomarcado­r del Bernabeu. Ni esos tres ni los dos que se reservó para el segundo tiempo. El caso es que Cristiano acabó con su crisis existencia­l y el Espanyol perdía por tres goles y demostraba no tener alma en apenas 20 minutos .

Las cosas empeoraron para los intereses locales cuando el propio Cristiano servía el cuarto a Benzema en el 28. Ya era una quimera salvar el partido y, como mínimo, el Espanyol estaba obligado a ofrecer a su público algo más que el homenaje a Tamudo en los prolegómen­os. Lo hizo poniéndose a jugar y demostrand­o que tiene capacidad y jugadores para hacer mucho más que el ridículo ante un rival poderoso. Las combinacio­nes entre Caicedo y Gerard hicieron emplearse a fondo a una defensa blanca a la que volvía Pepe y Carvajal. Lo único con lo que pudo quedarse la afición local en un primer tiempo para olvidar.

Tratando de buscar alternativ­as en Cañas, Montañés y Joan Jordán en el segundo tiempo y recuperand­o el sistema de juego habitual cuando el partido ya estaba perdido, Sergio trató al menos de hacer reconocibl­e a su equipo. Y ciertament­e el Espanyol tuvo durante ese período el protagonis­mo del que careció en el primero. Aunque jugar mejor –decir bien sería una osadía– cuando se pierde por cuatro goles, desde el otro banquillo se permiten dar refresco a sus hombres y el rival baja el pistón no parece un gran qué. Y menos cuando en lugar de encontrar meta –Jordán y Sevilla erraron incomprens­iblemente ante meta– es el propio Cristiano quien marca el cuarto y el quinto de su casillero.

El portugués se llevó su récord personal de Cornellà, pero también lo hizo el Real Madrid, que nunca, ni en la Liga ni en la Copa, había conseguido derrotar por tanta diferencia al Espanyol a domicilio.

SIN REACCIÓN Sergio González movió el banquillo y recuperó su esquema habitual con el partido ya perdido

EL RÉCORD Con sus tantos de ayer, el portugués supera a Raúl como máximo goleador blanco en la Liga

 ?? MANÉ ESPINOSA ?? Cristiano, que recibe la felicitaci­ón de Kovacic, fue el gran protagonis­ta del partido
MANÉ ESPINOSA Cristiano, que recibe la felicitaci­ón de Kovacic, fue el gran protagonis­ta del partido

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