La Vanguardia

Lorenzo pierde fuelle

El balear se cae en una carrera agitada por la lluvia, Rossi se salva, quinto, y vence Márquez, el más astuto

- TONI LÓPEZ JORDÀ

Una caída como consecuenc­ia de la lluvia en el circuito de San Marino aleja al balear Jorge Lorenzo de un campeonato de MotoGP que lidera Valentino Rossi mientras Marc Márquez, ganador de la carrera de ayer, sigue al acecho en la tercera plaza del mundial.

Desde el origen de los días, el agua y el aceite se repelen. Por eso Jorge Lorenzo torció el gesto cuando al salir del garaje, camino de la parrilla, el cielo de Misano empezó a taparse y cayeron las primeras gotas. Su pilotaje de la mantequill­a, de deslizarse con la delicadeza con la que su madre le untaba las tostadas, poco podría hacer bajo la lluvia, en una pista mojada y tramposa. Su mejor ritmo de todo el fin de semana en seco de nada le serviría. Tocaba sufrir en los charcos, como en Silverston­e hace quince días, o peor aún, arriesgars­e a una caída en esa condición intermedia que tanto odian los pilotos, de pista cambiante, de húmeda a seca, deslizante y peligrosa. Y más cuando se abre la carrera. En Misano, uno de sus jardines preferidos, Lorenzo se complicó mucho el Mundial. Valentino Rossi se escapa ya a 23 puntos.

“Dos carreras seguidas con mala suerte porque las circunstan­cias han sido anormales y en mojado”, se lamentaba el piloto mallorquín, que en estas dos últimas pruebas, ambas con agua de por medio, ha cedido 23 puntos a su vecino italiano; una distancia no insalvable, pero sí muy difícil de recuperar cuando quien gestiona la renta es un Valentino Rossi en estado de gracia. “No todo está perdido. Si gano las carreras que faltan (5), aún puedo ser campeón, sin importar la posición de Vale”, se anima Lorenzo. Difícil, pero no imposible: en cuatro de los cinco circuitos ha ganado los dos últimos años. Sólo se le atraganta Sepang.

Pero Lorenzo no deberá tener sólo en cuenta al inefable Rossi, que hasta ayer llevaba 16 podios seguidos y sólo se había caído una vez todo el año –en entrenos, por una fuga de aceite de Pedrosa–. También a Marc Márquez. El catalán, pese a estar prácticame­nte sin opciones, muy lejos del liderato (a 63 puntos), es uno de los rivales más fuertes, con más hambre, con ganas de resarcirse de sus reiteradas caídas, y dispuesto en cualquier momento a volver a soñar con el milagro.

El de Cervera logró ayer en Misano –uno de los tres circuitos que se le resistían, junto a Motegi y Phillip Island– un triunfo de astucia. El mismo olfato que le faltó el año pasado en Alcañiz lo tuvo ayer para decidir en el momento más oportuno cuándo cambiar de moto. Justo lo contrario que Lorenzo. Quien abre pista suele pagar prenda...

En esta ocasión, la carrera del GP de San Marino fue mucho más agitada e incierta que la de Motorland hace un año, que estuvo bien bañada por la lluvia. En Misano, las gotas apareciero­n tímidament­e en la primera vuelta, cuando las motos ya calzaban gomas lisas y dirección de carrera había declarado la prueba en seco. Como la lluvia no fue a más, los pilotos se mantuviero­n en sus monturas, con Lorenzo desde la pole tirando del trío delantero con tiento. Así hasta la quinta vuelta.

En ese instante, las gotas se incrementa­ron, la pista se mojó más y los pilotos empezaron a sentirse inestables. Empezó el primer baile en los garajes. Jorge, Marc y Vale entraron a la vez, en el sexto giro, a coger la montura preparada con gomas de agua. Pese a que Rossi se fue descolgand­o en un principio, hasta a 3,5s, y Márquez tuvo una pequeña salida de pista, los tres rodaron muy juntos, extremando las precaucion­es para no caerse.

En medio de la incertidum­bre, sin que llegase a llover más, se sucedieron los movimiento­s tácticos. Marc se dejó pasar por Rossi, para quedarse detrás y observar a las dos Yamaha, y Valentino tomó la iniciativa relevando a Jorge delante (vuelta 16). Entonces comenzó el segundo baile en los garajes, porque el asfalto se iba secando, las gomas de mojado ya no rendían y las lisas eran 9 segundos más rápidas. Se dieron cuenta de ello en el muro del Repsol Honda viendo a otros rivales, y fueron los más astutos al hacer cambiar la moto a Márquez en la vuelta 18. Rossi y Jorge siguieron en pista y allí perdieron sus opciones.

El catalán voló hacia la victoria, cuarta del año, el balear cogió la moto de seco dos vueltas después y Rossi, el último, un giro más tarde, en el 21. En ese momento se cayó Lorenzo, cuando estaba a punto de completar su primer giro y marchaba en 6.ª posición. “No tuve paciencia para calentar bien el neumático, entré en la curva con los slicks aún fríos y perdí la rueda trasera”, reconocía Jorge. “Creo que este año no he estado muy afortunado, especialme­nte en las dos últimas carreras, porque en ambas podía haber ganado o haber terminado segundo”, admitía. Rossi, por su parte, mantenía la prudencia. “Aún quedan cinco carreras y creo que Jorge tiene la posibilida­d de ganar en cada una. También Marc es fuerte en cualquier pista, así que quedan muchos puntos en juego y todo por decidir”. Hay campeonato.

“No todo está perdido; si gano las carreras que faltan aún puedo ser campeón”, se esperanza Lorenzo Rossi fue quien más esperó a cambiar a la moto de seco, acabó 5.º y se aleja ya a 23 puntos de Jorge

 ?? ALBERTO PIZZOLI / AFP ?? Jorge Lorenzo dio un paso atrás en su lucha por el título al caerse cuando faltaban ocho vueltas, después de haber cambiado de moto
ALBERTO PIZZOLI / AFP Jorge Lorenzo dio un paso atrás en su lucha por el título al caerse cuando faltaban ocho vueltas, después de haber cambiado de moto

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain