Basta de pobreza infantil
Los años de crisis han sido difíciles y tristes, de pérdidas de todo tipo. Son años para olvidar. Hemos retrocedido en presupuesto educativo: gastamos un 30% menos por alumno. Eso afecta de manera negativa a la igualdad de oportunidades, no se ha sabido hacer frente a la pobreza infantil. Hemos retrocedido en inclusión escolar, en escolarización de 0 a 3 años, en construcciones escolares, en becas y ayudas a las familias, en democracia en las au- las, ha muerto el Pacto Nacional por la Educación y ha aparecido la Lomce con su triple R: Reacción, Religión y Reválidas.
Se ha podido mantener el nivel de la escuela por la implicación de familias, alumnos y maestros. Se han reducido tasas de abandono prematuro de los estudios por una mejora de métodos y por la importancia que la sociedad da a la educación, además de la crisis de los sectores económicos que necesitan mano de obra poco formada.
Ahora, los principales retos de futuro son la pobreza infantil, la derogación de la Lomce y la segregación escolar: una verdadera bomba de relojería.