“Responde a las quejas de los propios musulmanes”
Riay Tatary Bakry, sirio nacionalizado español, de 67 años, es médico, ejerce de imán en Madrid y es el presidente de la Ucide desde hace casi 25 años. Se le ha situado en la esfera de los Hermanos Musulmanes, aunque él lo rechaza. En su opinión, la actuación de la Administración “es una consecuencia de la lamentable situación y pésima credibilidad a la que estaban llegando las instituciones religiosas islámicas en España, con quejas desde muy diversos sectores públicos y privados, nacionales e internacionales, musulmanes y no musulmanes”. Tatary es secretario general de la Comisión islámica de España, desde su creación en 1992, y poco a poco se ha convertido en la cara más visible del islam. El otro cargo de secretario general de la CIE ha sido ocupado sucesivamente por Abdelkarim Carrasco, Mansur Escudero, Félix Herrero, Mohamed Hamed y Mounir Benjelloun, los sucesivos presidentes de la Feeri. Desde la Ucide se ha hecho un llamamiento a “la calma y a la confianza” y se considera que la promulgación del Real Decreto es “un hecho necesario aunque no deseado”. En un comunicado, firmado por Tatary, se recuerda además que el Registro de Entidades Religiosas descubrió “numerosas duplicidades en las adscripciones a federaciones por parte de comunidades, en teoría religiosas, pero con estrategias para aparentar una mayoría inexistente y clamar por una democracia que se constató ficticia”.