Catalunya y la UE
El argumento principal que usan los independentistas para defender que, a la hora de la verdad, Catalunya no quedará fuera de la Unión Europea es que esta no puede expulsar a 7,5 millones de ciudadanos con pasaporte europeo. Y tienen razón.
El problema es que, como a menudo les ocurre, los independentistas confunden personas con territorios. Catalunya, como nuevo Estado, quedaría fuera de la Unión Europea porque esta es una unión de estados, no de personas, y el Estado de Catalunya no ha firmado ninguno de los tratados que permiten ser miembro.
¿Y qué pasaría con los 7,5 millones de catalanes? Pues en realidad, nada. Ni la Unión Europea ni los propios independentistas, que ganas no les faltan, podrían hacerles renunciar a su pasaporte español, y por lo tanto, como españoles, seguirían siendo miembros de pleno derecho de la Unión Europea. Sólo aquellos que renunciasen a su nacionalidad española para tener la catalana, lo que previsiblemente harían muy pocos, perderían su condición de ciudadanos europeos. Pero nadie los habría echado, serían ellos los que habrían renunciado voluntariamente a ella.
Es decir, Catalunya podría ser el primer país independiente del mundo en el que la inmensa mayoría de sus habitantes fuesen extranjeros. Pero naturalmente, eso es tan sólo una especulación mía. JOSÉ YANGUAS BALMASEDA Madrid