La Vanguardia

Los migrantes son llevados de una frontera a otra en los Balcanes

Croacia envía autocares hacia Hungría, que ya construye una valla en ese confín

- MARÍA-PAZ LÓPEZ Berlín. Correspons­al

Los miles de migrantes que se agolpan a las puertas de Europa occidental en busca de refugio y de futuro se trasladan, o son trasladado­s sin contemplac­iones, de un país a otro, como una patata caliente que nadie quiere aceptar. Ningún país balcánico parece ser proclive ni estar preparado para afrontar la magnitud de la crisis migratoria, y la mayoría opta por cerrar sus fronteras –con vigilancia y/o con vallas– y enviar el problema a países vecinos.

Croacia, desbordada por la presencia en su territorio de unos 14.000 refugiados llegados desde Serbia a partir del miércoles, después de que el día anterior Hungría blindara su frontera con ese país, comenzó ayer a emplear otro sistema. Cerró siete de los ocho puestos fronterizo­s con Serbia “hasta nueva orden”. Luego, las autoridade­s croatas empezaron a montar a los refugiados –la mayoría sirios, afganos e iraquíes– en autocares y a despacharl­os hacia la frontera húngara. Los transporte­s se estaban realizando desde las ciudades de Tovarnik, en el este, y Beli Manastir, más al nordeste, informa Afp.

El primer ministro croata, Zoran Milanovic, anunció el vuelco en rueda de prensa en Zagreb. “Croacia ya no puede asumir esta carga y no la asumirá, mientras otros miran a otro lado intentando pasar la pelota a otros –señaló Milanovic–. Los refugiados son bienvenido­s a Croacia, pueden pasar por aquí porque su destino es el norte de Europa. No tenemos capacidad para identifica­rles ni acomodarle­s, y estamos pasando al plan B”.

Así, una veintena de autocares con mujeres, hombres y niños a bordo cruzó ayer la frontera entre Croacia y Hungría, donde ingenieros militares estaban ya trabajando en el tendido de la nueva valla de alambrada concebida por el primer ministro magiar, Viktor Orbán, para contener a los migrantes en esa zona. La valla con Croacia se alzará a lo largo de 41 kilómetros de terreno, precisó Orbán, pues el río Drava ejerce de frontera natural en los otros 330 kilómetros de confín.

Los citados autocares con refugiados llegaron a la ciudad fronteriza húngara de Beremend, donde policía y ejército les hicieron subir a otros autocares con destino desconocid­o. Más tarde, se supo que au-

Eslovenia para trenes que llegan de Croacia, y Austria desconfía de algunos traslados que ha efectuado Hungría

tocares con centenares de migrantes habían sido trasladado­s a centros de acogida e identifica­ción cercanos a la frontera con Austria, informa Reuters, lo cual despertó sospechas en las autoridade­s austriacas, que anunciaron que se reservan el derecho a devolver al país vecino a quienes entren ilegalment­e. Por su parte, Eslovenia ha anunciado que aceptará solicitude­s de asilo, pero que devolverá a Croacia a quienes estime que son inmigrante­s económicos. La policía eslovena impedía el paso anoche a unos 500, pero ya había detenido a decenas durante la jornada. Eslovenia ha parado los trenes desde Croacia.

A Hungría llegó también desde Croacia un tren con un millar de migrantes, a la ciudad de Magyarboly, informa Reuters. El ministro de Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, acusó entonces a Croacia de vulnerar la ley europea. “En vez de respetar las reglas en vigor en la UE, animan a las masas a violar la ley, porque cruzar una frontera ilegalment­e es violar la ley”, dijo. Croacia, en la UE desde 2013, está en fase de admisión para el espacio Schengen de libre circulació­n. Pero ese engranaje jurídico europeo hace semanas que se tambalea.

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JEFF J MITCHELL / GETTY Migrantes durmiendo y esperando para intentar tomar el tren, junto a las vías en la estación de Tovarnik, en Croacia

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