Los límites del sacrificio
Si los niños no pueden ir a extraescolares, ¿sus abuelos tampoco? Esto no puede ser, subraya Mercè Pérez Salanova, profesora de Psicología (UAB). Ayudar es lógico y necesario, pero no se puede presentar como positiva la idea de que los mayores están obligados a renunciar a cuestiones básicas en aras de que sus nietos vivan mejor. Hay que recordar, señala esta profesora, que toda persona tiene sus derechos y sobre todo el derecho a tener una vida digna. Se está favoreciendo la imagen de que la “buena familia” es aquella que se vuelca sin poner límites, pero hay que recordar que este apoyo ilimitado de los mayores debería ser excepcional. Cada situación es diferente, algunas sí requieren de todo el apoyo, pero se ha instalado la idea, indica, de que los abuelos han de darlo todo, y no debe ser así.