Alerta por la dependencia del móvil en adolescentes: dispara la ansiedad
Un estudio advierte de los efectos nocivos de un uso abusivo en el ciclo de sueño
Ya se había apuntando, pero las constataciones empiezan a llegar. El uso indiscriminado de los dispositivos móviles están alterando a los adolescentes, causándoles angustia, desasosiego e, incluso depresión, si se desconectan. A esto hay que sumar la costumbre generalizada de los menores de seguir consultando las redes sociales por la noche, lo que incide directamente en el sueño. La falta de sueño en esas edades sobre todo repercute de una manera acusada sobre su desarrollo y su equilibrio emocional.
Un estudio de la Universidad de Glasgow (Escocia, Reino Unido), presentado en la reunión anual de la Sociedad Británica de Psicología celebrada en Manchester, deja claro que la necesidad de los adolescentes de estar constantemente disponibles y responder las 24 horas durante los siete días de la semana a las cuentas de redes sociales puede causar depresión, ansiedad y disminuir su calidad del sueño. Los doctores Heather Cleland Woods y Holly Scott así lo aseguran tras realizar un cuestionario a 467 adolescentes respecto al uso de las redes sociales en general y, especialmente, sobre la utilización de los dispositivos móviles durante la noche. También midieron la calidad del sueño, la autoestima, la ansiedad, la depresión y la inversión emocional en las redes sociales, que se relaciona con la presión que se siente de tener que estar disponible a todas horas, y con la angustia por no responder inmediatamente a los mensajes.
El doctor Heather Cleland Woods afirma que la adolescencia es uno de los periodos de mayor vulnerabilidad para el inicio de la depresión y la ansiedad, donde la mala calidad del sueño puede contribuir a ello.
Expertos recuerdan que los chavales a esa edad precisan dormir como mínimo nueve horas, porque es una época de cambio hormonal. Es un tiempo en el que ellos, además, pueden prolongar su horario de sueño porque su cuerpo así se lo pide, pero eso sí, por la mañana. Son capaces de estar de madrugada despiertos, porque realmente no se les cierran los ojos, pero el despertar por las mañanas es muy duro.
Si a esta realidad se suma el uso de los dispositivos móviles por la noche, la situación se complica, ya que la luz de estos y la expectación en la que se encuentran con los aparatos en la mano esperando la contestación de un amigo, dificultan todavía más la con- ciliación del sueño, indican los expertos.
¿Cuál es la solución? Los investigadores de la Universidad de Glasgow abogan por un uso más disciplinado de los aparatos móviles y las redes sociales, principalmente por la noche. Y esto pasa por establecer unas horas en las que dichos dispositivos deben ser apagados. Los expertos apuestan por ponerlos en off como mínimo dos horas antes de acostarse. Eso ayudaría a conciliar el sueño y permitiría ir reduciendo la dependencia a estar conectados permanentemente.
Los expertos recomiendan desconectar los móviles dos horas antes de acostarse