El teatro de los sueños del motor
El versátil Circuit de Barcelona-Catalunya se transforma en una pista mixta de vértigo para acoger el rallycross
Sir Bobby Charlton se refirió a Old Trafford como el teatro donde cumplió todos sus sueños, y de ahí el apodo mítico del estadio del Man United. El equivalente en el mundo del motor bien merecería ser el Circuit de Barcelona-Catalunya, que con 24 años de vida se ha ganado la consideración de referente mundial de cualquier especialidad de ruedas y gasolina: F-1, MotoGP, resistencia, GT, turismos, clásicos, camiones, incluso entrenamientos de bicicleta de carretera... El último inquilino de la camaleónica instalación vallesana, 320 días del año ocupada, es, este fin de semana, la 10.ª prueba del Mundial de rallycross, una modalidad de carreras con 50 años de historia, que causa furor en los países nórdicos. El Circuit acoge hoy las series clasificatorias (9- 18.30) y mañana las semifinales y finales (8.30-16h).
Para ser el escenario de las carreras de rallycross –una especie de minirallies concentrados, con cinco coches compitiendo en mangas de 4 vueltas–, los responsables del Circuit han transformado el último sector del trazado, la zona del Estadi (curvas 10-11-12) en una pista mixta de asfalto y tierra, con salto incluido. Un circuito espectacular, diseñado por Aman Barfull, director deportivo del RACC y del Rally Catalunya, que se distingue por su dificultad técnica y su seguridad, capaz de ofrecer “un espectáculo nunca visto, extraordinario, que no aportan otras disciplinas del motor, y que no deja indiferente: hay contacto, saltos, emoción, con coches de 600 CV y una aceleración supe- rior a la de un F-1”, resume Vicenç Aguilera, presidente del Circuit.
El trazado, de 1,133 km, es una delicia. Ayer, Aguilera, Barfull y el director del Circuit, Joan Fontserè, lo inspeccionaron en coche para revisar los últimos detalles, sobre todo los puntos más delicados para la seguridad. Hasta hoy, ningún piloto no lo habrá probado, aunque Petter Solberg, campeón mundial de rallycross y actual líder del campeonato, ha dado su bendición. “Han hecho un trabajo fantástico con la pista, es muy técnica, compleja y divertida”, señalaba el noruego. Y vertiginosa, y sorprendente. Barfull, el mayor experto en rallies del país, sugirió correr en el sentido opuesto al habitual para no dañar las trazadas de las motos y la F-1.
En la parabólica de la curva 12 se ha instalado la salida y la meta, en ligera subida, para enlazar con una minirrecta de 100 m, el tramo recto más largo, en el que los coches pueden alcanzar los 230-250 km/h, antes de frenar de golpe para iniciar la bajada de la curva 2 y cambiar de superficie. Será uno de los puntos más críticos, un recodo en 90º que puede ser un embudo para los coches para entrar en la tierra, un mezcla compacta de grava, cemento y tierra. Tras volver al asfalto en la curva de La Caixa, el recorrido lleva al segundo tramo de tierra, una virguería técnica: una curva a derecha ce-
LA IMPRESIÓN DEL CAMPEÓN
“Han hecho un trabajo fantástico con la pista, es muy técnica, compleja y divertida”, dice Solberg
rrada en subida que desemboca en una minirrecta con un salto, en que los coches pueden aterrizar a una distancia de entre 15 y 25 metros. Es uno de los puntos más espectaculares, delante de la tribuna G. Aunque, por la disposición única de las gradas en esta sección –por algo llamado el Estadi–, las cuatro tribunas fijas, con capacidad para 20.000 espectadores, ofrecen una visión excepcional de toda la pista. “Es como si hace 25 años, al diseñar el Circuit, ya supiesen que acogeríamos una prueba como ésta”, decía Aguilera. “El espectáculo está garantizado”.