La estrella que entrevistó al Rey
En el Reino Unido, donde nació, Selina Scott es famosa por haber sido uno de los rostros más atractivos de la televisión. En España, por haber presentado un documental en 1992 sobre Juan Carlos I que causó sensación y se convirtió –según su autora– en el más visto de la televisión hasta esa fecha.
En ese entonces Selina Scott llevaba una década siendo la chica favorita de la televisión británica. Tenía 32 años, unos pómulos perfectos, la pronunciación adecuada y destilaba profesionalidad. Además, se parecía muchísimo a Diana de Gales, con la que se llevaba bien.
Es precisamente una referencia a la princesa la que la ha devuelto a la actualidad. En un reciente artículo en The Sunday Times la periodista explicó como Donald Trump, el aspirante a la Casa Blanca, quiso conquistar a la desaparecida Diana. “La consideraba como la máxima expresión de la esposa-trofeo”, escribe Scott, quien cuenta como Trump la “bombardeaba” con enormes ramos de flores hasta el punto de que Diana “empezó a tener la sensación de que la acosaba”.
Scott tampoco quedó indemne tras realizar un documental sobre Trump, a mediados de los 90. Pese a que al principio el millonario se mostró coqueto y encantador con ella, el resultado del trabajo no le complació por ser “demasiado realista”. Por ello, la periodista pasó a formar parte de su larga lista de personas non-gratas y recibió cartas insultantes de Trump durante años. Ella advierte que su elección como presidente de EE.UU. sería un auténtico desastre.
Scott estaba acostumbrada a tratar con hombres importantes. En su currículum destacan también entrevistas con el príncipe Carlos de Inglaterra y su hermano, Andrés, con quien se la vinculó sentimentalmente. Pero ella siempre ha mantenido su vida privada bajo siete llaves. Su currículum laboral, sin embargo, es vox populi: hija y nieta de periodistas, nació en 1951 en Scarborough, Yorkshire. Estudió literatura inglesa en la Universidad de East Anglia y empezó a curtirse en el periodismo en Escocia, trabajando primero en The Sunday Post, en Dundee. Después presentó un informativo en la televisión regional y en 1981 saltó al ámbito nacional, convirtiéndose en una de las nuevas estrellas de los informativos de la ITN.
En 1983 la BBC la fichó para su franja matinal, donde reinó durante un quinquenio. Después se fue a Estados Unidos, donde estuvo en la CBS y en la NBC. En su currículum también destacan la cadena Sky, de Rupert Murdoch, así como otros programas de diversa índole para la BBC.
Su próximo destino parecía que iba a ser el Canal 5 de la televisión, británica pero las cosas ya no fueron tan rodadas: el contrato no se materializó porque la cadena escogió a una presentadora más joven. Scott, entonces de 56 años, llevó a juicio a sus responsables por discriminación y ganó. El canal la indemnizó, emitió una disculpa pública y Selina encontró una nueva causa: es una activista en contra de la discriminación laboral por razones de edad.
También ha denunciado el descenso en la calidad de la televisión de su país. Poco antes de la demanda a Canal 5 presentó un documental titulado Por qué odio la televisión, donde describía, entre otros, un medio cada vez más sexista; en el que la telerrealidad “nos anima a convertirnos en ridículos freaks”, todo se sacrifica en nombre del fútbol y las únicas oportunidades para las mujeres a partir de los 50 es participar en un programa tipo La isla de los famosos.
También ha escrito su autobiografía, donde da algunos detalles de su vida doméstica. Hace años adquirió una remota granja en su Yorkshire natal: un espacio bucólico que comparte con un pastor alemán maltratado que rescató de Mallorca y con un rebaño de cabras de Angora que rescató en Escocia. Con su lana y bajo la marca Naturally Selina Scott, produce unos magníficos calcetines de mohair, que se venden por internet.