Voces viejas para la nueva izquierda anglosajona
CUANDO PARECÍA QUE LOS PARTIDOS PROGRESISTAS IBAN A APOSTAR POR EL LIDERAZGO DE JÓVENES POLÍTICOS, HA SORPRENDIDO VER CÓMO HAN EMERGIDO VETERANOS CANDIDATOS DE LA ANTIGUA ESCUELA SOCIALISTA COMO CORBYN, SANDERS O MCDONNELL
El nuevo líder del partido laborista ha cautivado al votante joven a sus 66 años
El líder de la nueva política de la era post-Obama iba a ser joven, fotogénico y “diverso”. Luego llegaron Jeremy Corbyn y Bernie Sanders. Contra todo pronóstico los dos old white guys (viejos hombres blancos) de la izquierda anglosajona han movilizado a miles de personas, la mayoría jóvenes, en apoyo de un programa de socialismo clásico, la defensa de las empresas públicas y los sindicatos, subidas del salario mínimo, políticas de gasto público y una fuerte redistribución tributaria. Según los llamados modernizadores, el programa de Corbyn y Sanders es tan anticuado como sus trajes.
Corbyn, que acaba de ser votado líder del partido laborista, tiene 66 años y parece la persona menos indicada para encender pasiones de jóvenes en busca de transformación social. Tiene barba pero más que de hipster es de profesor de latín. Viste camisas que resultarían pasadas de moda hasta en C&A. Y su oratorio parece diseñado para adormecer a una clase de niños hiperactivos. Cuando fue seleccionado para contrarrestar el pensamiento único de los otros tres candidatos, nadie pensaba que tenía la más mínima posibilidad de ser elegido. Ni él. “A alguien le toca estimular el debate y lamentablemente me ha tocado a mí”, dijo Corbyn en junio.
Bernie Sanders, que lleva varios puntos de ventaja a Hillary Clinton en los dos estados clave para la primera etapa de las primarias demócratas de EE.UU. (Iowa y New Hampshire), cumplió 74 años la semana pasada. Tampoco es el político que te imaginas al mando de un nuevo movimiento de cambio. Es de Brooklyn, eso sí, un barrio con posibilidades de revoluciones identitarias. Pero ha hecho la mayor parte de su carrera política en el pequeño estado rural de Vermont, donde ha sido alcalde (de la capital Burlington), gobernador y senador. Al menos Corbyn cae simpático en sus entrevistas en televisión. Cuando a Sanders le acercan las cámaras, suele increpar a los periodistas por hacer preguntas frívolas.
Pese a todas estas violaciones de las normas básicas de la política en la era de televisión por cable a 24 horas, de la imagen reproducida en un millón de blogs y la diversidad simbólica, Corbyn y Sanders ya son trend-set
ters que los medios no pueden ignorar. Ambos se definen como socialistas democráticos en países donde la palabra socialista tiene mas capacidad que en España para atragantar el sushi en los restaurantes de lujo. “Corbyn representa la vuelta de políticas de clase social y de defensa de los derechos laborales; Sanders es el primer socialista que emerge en la política estadounidense desde Henry Wallace (vicepresidente de Roosevelt) en la Segunda guerra Mundial”, dice Walter Benn Michaels, autor del libro crítico con la política de identidad dominante en el partido Demócrata desde los años sesenta, The
trouble with diversity. “La imagen de Bernie de viejo cascarrabias va bien con su mensaje de que no se venderá a nadie”, añadió en una entrevista telefónica desde Chicago.
El ascenso de Corbyn ha sido