Negociar con la vida
Las propuestas de cercenar los altos precios y los márgenes de la industria alarman al sector
La noticia que un empresario multiplicará el precio de un medicamento utilizado desde los años cincuenta en EE.UU. ha sido contestado por la candidata a la presidencia Hillary Clinton con una propuesta para limitar los beneficios –en ocasiones astronómicos– de la industria farmacéutica.
La candidata demócrata a la presidencia de EE.UU., Hillary Clinton, ha hecho temblar esta semana los cimientos de la industria biotecnológica al anunciar un plan para limitar los “indignantes precios extractivos” de la industria farmacéutica. La declaración de Clinton reaccionaba al escándalo causado en la opinión pública estadounidense por el anuncio de una pequeña biotec, Turing, de incrementar un 5.000% el precio de un medicamento que se utiliza desde los años cincuenta para tratar la toxoplasmosis. El medicamento, que costaba 13,5 dólares, pasará a costar 750 dólares, según anunció el presidente de la empresa, Martin Shkreli, un antiguo director de un hedge fund que acaba de adquirir la empresa. El aumento del precio del Daraprim, sin embargo, no es el primero que se produce en Estados Unidos, donde varios viejos fármacos han sufrido aumentos de precios similares, como el captopril, un genérico para controlar la presión sanguínea, que ha subido un 2.700% de precio; el sulfato de albuterol para tratar el asma,que sube un 3.400% o el antibiótico doxycyclien, que se ha disparado un 6.300% según las estadísticas de la administración estadounidense Nadac.
Clinton, siguiendo la línea de su rival para ganar la nominación a candidato demócrata a la Casa Blanca, Bernie Sanders, ha propuesto limitar a 250 dólares al mes el máximo que deban que abonar los pacientes por un medicamento cubierto por el programa sanitario público Medicare; permitir a este programa negociar los precios con los fabricantes, lo que ahora tiene prohibido; permitir las importaciones de medicamentos de Canadá y otros países con estándares sanitarios altos y limitar la publicidad de los laboratorios.
Las declaraciones de Clinton han hundido las cotizaciones de las empresas del sector en la bolsa estadounidense pero han hecho temblar a todo el sector: el mercado americano es el más grande y más rentable del mundo para la industria. Con 373.000 millones de euros de ventas en 2014 frente a los 15.800 millones del mercado español, Estados Unidos es el mercado que más crece (un 13% el año pasado) y el que mejor acepta los medicamentos innovadores: en 2014 el 5,4% de las ventas fueron de los nuevos lanza-
SUBIR EL PRECIO UN 5.000% Escándalo por un especulador que compró una biotec y ha subido los fármacos EL MANÁ DEL SECTOR El mercado americano es el mayor y el más rentable del mundo para la industria
mientos. “Estados Unidos gasta en salud más del 16% del PIB, frente a una media del 10% en Europa, y hay una gran presión para acercar el gasto a los estándares europeos”, reconoce Sergi Trilla, presidente de la consultora biotecnológica Trifermed.
La patronal farmacéutica ha arremetido contra Turing, asegurando que “no representa los valores de las compañías que forman nuestra asociación” de empresas fabricantes e investigadoras de medicamentos, que apuestan porque los altos precios remuneren los costes de investigación de los medicamentos innovadores.
Las medidas de Clinton, sin embargo, atacarán igualmente la
base del negocio de las empresas innovadoras: ahora las empresas del Nasdaq Biotech cotizan a una media de 42 veces beneficios. “Si con las nuevas medidas que propone Clinton bajan los precios de los nuevos fármacos, ciertamente las valoraciones de la industria bajarán” reconoce Trilla, que considera sin embargo que “con los altos márgenes que maneja el sector, la investigación y la inversión seguirán siendo rentables”. Las valoración de las empresas, además, se sostienen ahora por las expectativas de aplicar altos precios a los nuevos fármacos, pero también por la avalancha de fusiones y adquisiciones que ha vivido el sector: 747 operaciones en lo que va de año en Estados Unidos, por un valor de 300.000 millones de dólares, un 46% más que en el mismo periodo de 2014, según la consultora Dealogic.
No todos lamentan la caída de valoraciones de las biotecnológicas. El consejero delegado de la farmacéutica suiza Roche, Severin Schwan, aseguró esta semana que las empresas con fármacos en las últimas etapas de desarrollo están en una “burbuja”, con valoraciones “muy, muy lejos de sus valores fundamentales”, lo que la lleva centrar sus adquisiciones en compañías con productos en fases tempranas de estudios clínicos y a potenciar los productos de investigación interna.
Para la industria biotecnológica catalana, explica Trilla, una caída de la rentabilidad del mercado americano no tendrá apenas impacto. “Nuestras compañías están todas en la primera fase de los estudios clínicos, muy lejos de las terceras fases de las grandes compañías del Nasdaq”, asegura. En Catalunya, recuerda, los grandes éxitos de la biotecnología son Sanifit, que ha logrado una ampliación de capital de 36 millones de euros, y Oryzon, que baraja una valoración de 100 millones para su salida a bolsa, frente a las rondas de 500 y hasta 2.000 millones que obtienen las empresas del Nasdaq Biotech. “Aquí jugamos en otra liga”, resume.