Raúl Castro denuncia en la ONU el perjuicio del bloqueo
El presidente cubano debuta en el plenario con un discurso antisistema
La culpa es de Washington. El presidente cubano, Raúl Castro, aprovechó ayer su primera oportunidad en el púlpito global de Naciones Unidas (ONU) para denunciar el bloqueo de Estados Unidos contra la isla durante medio siglo. “Es el principal obstáculo para el desarrollo económico de nuestro país”, denunció.
El embargo “causa daños y privaciones al pueblo cubano”, insistió. Además de afectar a “otras naciones por su alcance extraterritorial y que continúa perjudicando los intereses de los ciudadanos y las compañías estadounidenses”, subrayó.
El heredero ocupó ayer un vacío de quince años. Aunque la Cumbre del Desarrollo, celebrado en Naciones Unidas (ONU), es el preámbulo de la Asamblea General, que arranca mañana, el máximo mandatario cubano no subía la estrado de la organización multinacional desde el 2000. Se llamaba Fidel Castro.
Pese a ser el aperitivo, Raúl Castro debutó al ataque en el entarimado del plenario global. El mismo en el que su barbudo hermano arengó al mundo cerca de cinco horas el 26 de septiembre de 1960 –no batió el récord de incontinencia verbal, en posesión de un diplomático indio que calló a las ocho horas por agotamiento– y pronunció una de sus sentencias: “Desaparezca la filosofía del despojo y habrá desaparecido la filosofía de la guerra”.
El sucesor completó el circulo. No se puede aludir a la falta de recursos para zanjar la brecha norte-sur, cuando “se invierten 1,7 millones de millones de dólares anuales en gastos militares, sin cuya reducción no serán posibles el desarrollo ni un paz estable”.
Esta es otra época. O no tanto. Raúl, que ha viajado a Nueva York medio siglo después, elogió el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con EE.UU. y “los cambios que el presidente Obama ha declarado en la política hacia nuestro país”. Lo calificó de “importante avance, que ha concitado el más amplio apoyo de la comunidad internacional”.
Pero todavía no se ha pasado página. Sin esperar a la Asamblea General, Castro atacó el embargo como el factor que lastra a su país. Dejó el dato de que 188 estados miembros de la ONU rechazan ese cerco y piden su fin.
De esta manera concluyó un discurso de tono “revolucionario”, bastante próximo al del “techo, trabajo y tierra” que el viernes pronunció el Papa Francisco en esa sala, en presencia de Raúl.
El presidente citó la gran paradoja actual. Los acaudalados y las corporaciones son “cada vez más ricos y aumentan dramáticamente los pobres, los desempleados y los sin casa por las crueles políticas de austeridad”. De ahí que oleadas de “inmigrantes desesperados arriban a Europa, huyendo de la miseria y los conflictos que otros desataron”. Y pidió “otra arquitectura financiera, eliminar el monopolio tecnológico y del conocimiento, y cambiar el orden económico internacional vigente”. Esto es la ONU.
Castro se congratuló por la distensión con EE.UU. y arremetió contra las “crueles políticas de austeridad”