Claretianos en el mundo
El capítulo general elige como superior a un padre de India
Alos claretianos se les encuentra por todos lados”. Con esta frase recibió el papa Francisco a los claretianos en la audiencia que tuvieron con motivo de su capítulo general en Roma. Acaban de finalizar un mes de reunión para marcar las prioridades de los próximos seis años con representantes de los 3.000 claretianos presentes en 63 países.
Se les encuentra por todas partes, pero cada vez más en Asia. La congregación fundada por el padre Claret en Vic el siglo XIX ahora ya tiene un tercio de sus miembros en este continente. Y, en el capítulo han escogido a un claretiano de la India como nuevo superior general, el padre Mathew Vattamattam. Toma el relevo de un leridano, Josep Maria Abella, que ha sido doce años el máximo representado de la congregación a nivel mundial. Abella también había hecho toda su vida pastoral en el Asia, en Japón, donde volverá ahora.
Màxim Muñoz, provincial de los Misioneros Claretianos de Catalunya y uno de los participantes en el capítulo, explica que Asia es el continente dónde crecen más. Casi la mitad de los 100.000 alumnos que escolarizan los claretianos hoy están en Asia. Pero también es “una presencia muy joven” ya que hace pocas décadas que están. Hasta hace poco, era más fuerte la aportación de América Latina.
Esta presencia en Asia tiene como singularidad que “es un cristianismo que no se ha impuesto, no ha llegado de la mano de conquistadores” y “siempre ha sido minoritario”. Además, “han ido creciendo por ellos mismos, no porque hayamos enviado a más gente. A India, los primeros claretianos ya fueron de allí”. Desde este entorno aportan nuevas visiones en temas como el diálogo con las otras religiones o con un talante espiritual oriental más integrador.
Mathew Vattamattam nació en 1959 en Kalathoor, en Kerala. Ahora ya llevaba doce años trabajando en el equipo general de los claretianos con sede en Roma. También es licenciado en Teología y en Psicología en la Universidad Gregoriana de Roma. Su trayectoria ha estado dedicada principalmente a la formación y al acompañamiento de vocaciones.
Muñoz explica que el nuevo superior general es muy consciente de la necesidad de profundizar y reavivar el carisma de san Antoni Maria Claret. “Quiere que todos los claretianos pasen por Vic”, un lugar que Vattamattam conoce muy bien y donde hay una escuela de formadores. “Somos una congregación con un potencial joven y de vida importante, y a veces estamos en posiciones de frontera realmente difíciles, donde no va nadie”. Cita como ejemplo la presencia con los indígenas de Darién en Panamá, o en la miseria del Potosí, en Bolivia. También siguen teniendo una fuerte influencia en centros académicos y de formación permanente de referencia como los de Madrid, Roma, Manila, Bangalore o los que están empezando en África. Y a través del Claret Publishing Group con editoriales en todos los continentes. Esta actividad tiene que dar respuesta a la motivación de fondo, la de “ser misioneros”. Se trata de “ver qué es lo más urgente, oportuno y eficaz para anunciar el Evangelio”.
Casi la mitad de los 100.000 alumnos que escolarizan hoy los claretianos están en países de Asia