La Vanguardia

El Madrid se estrella en Kameni

El equipo blanco desperdici­a la primera parte y vuelve a estar por detrás del Barça

- CARLOS NOVO Madrid

El liderato no le ha durado nada al Madrid, incapaz de pasar del empate a cero con un Málaga que sigue sin conseguir un gol en la Liga tras seis jornadas pero que demostró que defensivam­ente es un equipo más que apañado. Los blancos sestearon en la primera parte y en la segunda, aunque tuvieron ocasiones sobradas para sentenciar, todas se les fueron al traste; algunas por la falta de puntería de sus delanteros; otras por las buenas intervenci­ones de Kameni, el gran héroe del partido.

El guión fue calcado a la visita del Granada de hace una semana. El Madrid parece que tiene muchas más dificultad­es para superar defensas cerradas en el Bernabeu que como visitante, cuando encuentra más espacios para elaborar su fútbol. El mal no es nuevo y se arrastra desde la época de Mourinho como entrenador, cuando entregaba el balón al rival y la única vía para hacer daño era el pelotazo para la contra.

Ahora el Madrid ya no es tan directo y apenas prodiga contragolp­es. El visitante de turno le ahoga los espacios y le espera paciente. Si en días como ayer el equipo de Benítez no entra con brío y no abre bien el campo, el juego se vuelve enseguida cansino y pierde el ritmo. Con todo, las ocasiones llegan, aunque sea con cuentagota­s porque el equipo tiene tanta calidad atacante que el peligro llega sin necesidad de jugar demasiado bien. Basta con alguna acción individual, un desborde o una virguería de Isco o un remate de Cristiano desde cualquier posición para llevar el susto al área visitante. Pero si como ayer el portero responde, los minutos pasan, el Madrid se desquicia poco a poco y todo empeora.

La apuesta de Benítez ante el Málaga fue modificar el once que tan bien le funcionó ante el Athletic. A la plaga de lesionados se unió Pepe –Nacho salió en su lugar– y Kovacic se quedó en el banquillo para darle una oportunida­d a Jesé, que jugó fatal.

Con poca movilidad en la delantera, el Madrid se empeñó en entrar siempre por el centro, lo que propició que el Málaga se defendiera sin grandes apuros porque los de Benítez no encontraba­n pase interior y los ataques morían en las proximidad­es del área. Y cuando no, en un centro mal medido que Cristiano cabeceaba las más de las veces sin ningún peligro.

Sólo al final de la primera parte se animó el Madrid, que atacó con más coraje que acierto al ver que la primera parte se le escurría sin haberle hecho cosquillas al rival. Entonces apareció Kameni, muy atento por alto y seguro para repeler toda clase de remates.

La segunda parte comenzó con otro aire, con un Madrid más decidido a darle carpetazo al partido y un Málaga que también se acercaba más a Keylor. A los dos minutos Kameni le sacó un balón de gol a Cristiano y a los cuatro Keylor volaba a la escuadra para impedir lo que hubiera sido un golazo de falta de Juankar.

Al cuarto de hora Benítez quitó al inoperante Jesé, tras sufrir este una tarascada, por Kovacic y el Madrid se quedó ya con el balón y desde un gran superiorid­ad en el centro del campo puso cerco al área de Kameni. Con media hora por delante parecía difícil que el Málaga resistiera el asedio.

Todo empeoró aún más para el Málaga con la expulsión de Amrabat por darle un codazo a Marcelo. Ni así atacó el Madrid con criterio. El gol parecía mascarse pero el Málaga aguantó.

EL HÉROE El portero desquició a todos los delanteros blancos y consiguió mantener su portería a cero

 ?? JUAN MEDINA / REUTERS ?? Kameni, con sus grandes intervenci­ones, fue una de las claves del empate del Málaga en el Bernabeu
JUAN MEDINA / REUTERS Kameni, con sus grandes intervenci­ones, fue una de las claves del empate del Málaga en el Bernabeu

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