El PSC amortigua la caída y pide “respeto a la ley”
Iceta considera “positivo” y “todo un éxito” el resultado electoral
No se detiene la caída del PSC, pero por lo menos sí se ha amortiguado: de los 20 escaños de 2012 a los 16 de ahora. Miquel Iceta pronosticó durante la campaña electoral que el PSC obtendría esos 16 escaños en las elecciones catalanas, así que, además de buen bailarín, es un buen adivino. Y guste o no, el baile del primer secretario ha dado notoriedad a su candidatura y fuentes socialistas admitían ayer, con los resultados ya en la mano, que “han ayudado, ¡y mucho!”. Seguramente tanto o más que el apoyo durante
diez días de campaña del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.
El PSC ha salvado los muebles. No obstante, el PSC sigue cayendo en número de escaños, aunque sigue siendo la tercera fuerza en el Parlament de Catalunya a pesar de la competencia de candidaturas emergentes, como Catalunya Sí que es Pot. Se puede decir que el daño es menor si se tiene en cuenta que a pesar de esta pérdida de confianza por parte del electorado los socia- listas catalanes han sufrido, desde que en el 2012 se puso en marcha el derecho a decidir y posteriormente el proceso, “daños estructurales”, como lo calificó anoche la secretaria de organización de los socialistas catalanes, Assumpta Escarp.
Hay que recordar que estos “daños estructurales” se tradujeron en escisiones soberanistas (Avancem y Moviment d’Esquerres, principalmente) y con la dimisión a mediados de junio del 2014 del entonces primer secretario del partido, Pere Navarro. Además, el PSC partía de unas encuestas de principios de este año nada favorables y que les hicieran temer lo peor.
Miquel Iceta, pues, no ha podido evitar la sangría en escaños –sí en votos gracias a la altísima participación– que afecta al PSC desde que Pasqual Maragall dejó de encabezar el proyecto socialista en Catalunya. Así, desde 1999, cuando la formación del también exalcalde de Barcelona obtuvo 52 escaños en el Parlamento la caída ha sido imparable: 42 diputados en el 2003 todavía con Maragall, 37 y 28 en el 2006 y en el 2010 con José Montilla, 20 con Pere Navarro, y ahora 16.
En la sede del PSC ayer no había euforia, pero sí satisfacción y alivio. Iceta compareció ante los medios con un “muy buenas noches en una gran noche” y calificó “de éxito” el resultado obtenido dado que las encuestas de antes de verano les otorgaban “sólo entre 8 y 9 diputados”. El líder de los socialistas catalanes sabía que una alta participación favorecería su formación, y se felicitó
por este motivo. Iceta también felicitó a Junts pel Sí por su victoria y los conminó a gobernar “desde el respeto a la ley”. Sin embargo, quiso recordar que Artur Mas “convocó elecciones convencido de que habría mayoría de catalanes a favor de la independencia, pero contados los votos, no es así” y recalcó que las formaciones independentistas no llegan al 50% de los votos.
En definitiva, Iceta consideró “positivos” los resultados y agradeció el esfuerzo de su equipo de campaña, ya que “nos ha permitido remontar una situación que muchos habían definido como terminal”. Y por último avisó al Gobierno del PP de que “no es suficiente con decir no” y los conminó a llegar “a una solución justa y acordada”.
Ahora queda por ver cuál será el papel del PSC en la Cámara catalana. Iceta ha apostado por eludir “el inmovilismo” del PP, planteando una reforma constitucional federal que sitúa su partido en una posición preferente para tender puentes dentro del bloque contrario al independentismo, a pesar de no haber recibido ningún apoyo su específica apuesta por mejorar el encaje de Catalunya en España.
MENOS DIPUTADOS Los socialistas tienen 4 escaños menos que en el 2012, pero siguen siendo la tercera fuerza MOVILIZACIÓN El PSC reconoce que la alta participación les ha permitido atenuar la caída