La CUP consigue una presencia histórica y será la fuerza decisiva
La formación independentista multiplica por tres sus resultados del 2012
La Candidatura d’Unitat Popular (CUP) vivió otra noche histórica. En su segundo asalto al Parlament, la formación independentista, anticapitalista y feminista consiguió 328.785 sufragios, un 8,20 % del voto, que se traduce en 10 escaños, más del triple de los obtenidos en las elecciones del 2012. Una progresión meteórica si se tiene en cuenta que hace tres años, cuando decidieron presentarse por primera vez al Parlament, tras foguearse en la política municipal, obtuvo 126.435 votos (3,47%) y sólo 3 escaños. Pero además del crecimiento exponencial, lo que convierte esos 10 diputados en un gran resultado es el hecho de que Junts pel Sí no alcanzó los 68 escaños de la mayoría absoluta, por lo que otorga a la formación que lidera Antonio Baños la capacidad de condicionar la investidura del próximo president.
Al conocerse los resultados, Anna Gabriel, número dos, mandó un mensaje directo al president y número 4 de Junts pel Sí, Artur Mas: “Todos somos necesarios, pero nadie es imprescindible, y le decimos a Mas que no es imprescindible”.
La CUP consiguió 7 diputados en Barcelona, y uno en cada una de las otras tres circunscripciones catalanas, algo que no había conseguido en el 2012. Sin que se hubiera escrutado todavía el 100%, en Barcelona, pasa de los 92.974 votos obtenidos en el 2012 a los 234.434 de ayer (del 3,42 al 8,22%), en Girona crecen de 14.499 a 32.232 (del 4,20 al 8,60%); en Lleida, de 3.602 a 17.704 (3,05 a 8,17%), y en Tarragona, de 12.840 a 29.410 (3,59 a 7,40%).
Baños comenzó la noche electoral en el casino l’Aliança del Poblenou tuiteando la canción de Los Ronaldos “Adiós papá”, “dedicado al Estado español. Sin rencores, adiós”. Baños declaró que los resultados electorales habían finiquitado “el régimen borbónico” y llamó a desobedecer la legalidad española. “La soberanía popular catalana lo ha dejado claro, la mayoría de los votos ha sido en contra del statu quo actual que nos ha oprimido desde la muerte del dictador, y por eso la legalidad española debe ser desobedecida”, dijo. Baños también explicitó las condiciones de la CUP para respaldar a Junts pel Sí: “Desobediencia a las leyes injustas contra las clases trabajadores catalanas; plan de choque de rescate ciudadano contra la exclusión social; y luego que vengan y hablaremos de lo que quieran”. Anna Gabriel dio por sentado que “el proyecto de ruptura independentista tira adelante”, y se reafirmó en el mensaje de que Mas “no es imprescindible”.
El mensaje de la CUP, a favor de la independencia por la vía directa y contra el capitalismo, y en su lucha contra la corrupción, ejemplificada por la denuncia del caso Innova y la presidencia de la Comisión Pujol que ocupó el exdiputado David Fernàndez, ha convencido a gran parte del electorado independentista que no se sentía cómodo con Junts pel Sí. Pero también se ha ganado la simpatía de parte del electorado de izquierda al que no ha podido convencer Catalunya Sí que Es Pot con su mensaje etnicista.
“Todos somos necesarios, pero nadie es imprescindible”, dice Baños