‘It’s beer o’clock’
Si en inglés oímos decir “it’s beer o’clock” (es la cerveza en punto), no hay que pensar en ninguna hora en concreto, sino en un momento adecuado para tomarse una birra. También se emplea la expresión para el vino, “wine o’clock”, y así lo recogen los diccionarios Oxford. La prestigiosa web se apresura a incorporar las palabras y las locuciones coloquiales que tienen más difusión, como servicio complementario a sus vocabularios canónicos. No es ninguna tontería, porque muchas veces nos encontramos con nuevas expresiones que desconocemos y, más allá que podamos preguntar el sentido a los jóvenes (principal manantial de creación lingüística), está bien que los diccionarios de uso opinen y fijen el significado.
En la última serie de novedades de los Oxford está butt dial, la llamada con el trasero –en un sentido físico–, es decir, aquella que se hace de manera accidental cuando nos metemos el móvil en el bolsillo de atrás. Para la misma acción, incluye una versión más elegante, que sustituye el culo por el bolsillo: pocket dial. Está también la palabra hangry, una fusión entre hungry (hambriento) y angry (enfadado), y que se usa cuando alguien se pone de malhumor porque tiene hambre.
Asimismo encontramos una curiosidad para evitar el sexismo, con el nuevo tratamiento Mx. Ahora, si una persona no quiere marcar su sexo con Mr. (hombre) o Ms. (mujer), puede utilizar el neutro Mx., otra manera de evitar las etiquetas. De hecho, Ms. ya fue un primer paso, cuarenta años atrás, para arrinconar la diferenciación entre una mujer casada (Mrs.) y una soltera (Miss).
Decía que recopilar estas palabras y expresiones coloquiales no es ninguna tontería. Hasta ahora, los diccionarios, sobre todo los volúmenes en papel, eran obras cerradas, pensadas para aguantar más o menos un decenio sin quedar obsoletas. La red, en cambio, abre un mundo de posibilidades lexicográficas que hay que aprovechar. Las lenguas más dinámicas no lo deben ignorar, porque al lado del diccionario normativo –pensado, sopesado y actualizado con periodicidad constante–, pueden incluir un vocabulario de uso que incorpore las novedades coloquiales no del todo asentadas. Además, internet permite que se puedan actualizar y modificar de manera inmediata y, si es necesario, suprimirlas.
A modo de ejemplo, el DIEC dice que clatellada sólo se refiere a un golpe con la mano en el cogote, pero en la misma web del Institut d’Estudis Catalans podemos consultar el Diccionari descriptiu de la llengua catalana, que añade: “Hecho de tener que pagar una cantidad de dinero mayor de la que se esperaba”, acompañado de un ejemplo extraído de libros y publicaciones contemporáneas. Es un primer paso.
Los ingleses ya tienen una palabra para la llamada accidental que se hace con el trasero: ‘butt dial’