En la diana
Diana Krall
Intérpretes: Diana Krall, voz y piano; Anthony Wilson, guitarra; Dennis Crouch, contrabajo; Stuart Duncan, violín; Karriem Riggins, batería; Patrick Warren, teclados Lugar y fecha: Auditori Fòrum (26/IX/2015)
Diana Krall tenía que inaugurar el año pasado el festival de jazz barcelonés con la presentación de Wallflower. Pero por problemas de salud tuvo que suspender la gira. Felizmente recuperada de su dolencia y con su nuevo álbum ya plastificado, la artista canadiense inauguró anteanoche en un atestado Auditori del Fòrum la 47.ª edición del certamen barcelonés.
Nacida en 1964, Krall revisita en Wallflower algunas canciones de su niñez que solía escuchar por la radio. Mayormente, un puñado de superhits de softrock de los 70, que ahora ella convierte en standards jazzísticos. Y lo cierto es que una vez más da en la diana, como pudimos comprobar la otra noche, especialmente con sus espléndidas versiones del célebre California dreamin´ de The Mamas and The Papas o del florido tema de Bob Dylan que da nombre al álbum.
Pero hubo mucho más en un concierto que superó las dos horas y que nos mostró a la pianista y cantante en un buen estado de forma. Con un quinteto de acompañamiento de primera, en el que figuran dos de los músicos más solicitados de la escena de Nashville como el violinista Stuart Duncan y el contrabajista Dennis Crouch, versados en el bluegrass y el western swing, quedó claro que ha compactado una formación de la más alta calidad y con un sonido propio. Así, la cantante versionó con brillantez clásicos del jazz de siempre como On the sunny side of the street (popularizado en los 30 por Fats Waller y Louis Armstrong), amén de perfilar originales adaptaciones de canciones contemporáneas como el Temptation de Tom Waits, que marcó uno de los puntos jazzísticos más altos de la noche.
En el curso de una sesión que siempre mantuvo vivo el interés, Krall también realizó un pequeño set a solas con su piano dedicado a canciones “lunares”, mostrando su maestría en encantadoras interpretaciones del sinatriano Fly me to the moon, o del delicioso Let’s face the music and dance popularizado en el cine por Fred Astaire y Ginger Rogers.