Colapso sanitario
Las lesiones han dejado a diez futbolistas del Barça fuera de combate en un mes y medio de competición
Era difícil de creer. Con más de cincuenta partidos en las piernas y en el momento álgido del ejercicio, la pasada temporada la enfermería del Barcelona estaba limpia de polvo y paja. Una pretemporada convencional, las medidas preventivas y la abundancia de rotaciones practicadas por Luis Enrique desterraron las lesiones. “Toquemos madera”, insistía el entrenador, explicando que el fútbol es un deporte duro, que el contacto es permanente y cualquier jugador está expuesto a tener que firmar el parte de baja en cualquier momento. De aquella placidez se ha pasado al colapso de los servicios médicos. En un mes y medio de competición, en el que se han disputado diez partidos, hasta diez jugadores del Barcelona han permanecido de baja a consecuencia de lesiones y enfermedades de tipologías diversas.
Neymar (paperas), Alves, Adriano, Douglas y Sandro han visitado el dique seco. Rafinha, Vermaelen, Bravo y Alba permanecen en una lista de damnificados a la que el sábado se agregó Messi. Las sanciones de Piqué (4 partidos) y Mathieu (1) todavía han complicado más la ecuación. Luis Enrique, que no puede gestionar los descansos según los criterios previstos, no quiere hablar de maldición y trata de positivar el escenario. “Así es la vida. Hay años que parece que las cosas te salen mejor y en otros se van torciendo. Por eso da más experiencia superar estos momentos”. Pero en el cuerpo técnico persiste la convicción de que no todo es cuestión de tocar madera. La gira veraniega por EE.UU., que interfirió en la preparación, y la entrada en escena con dos Supercopas en juego en tres partidos exigentes se apuntan como origen de los déficits físicos que pueden haber derivado en algunos percances musculares. De hecho, los métodos de preparación no han cambiado, una vez se mostraron altamente productivos en la pasada campaña. “Seguimos trabajando muchísimo en prevención, conservamos una relación muy directa con los servicios médicos, seguimos sin arriesgar jugadores tantos partidos. Seguimos haciendo lo mismo, pero las situaciones son diferentes”, explicó el técnico.
Dolió la rotura de los ligamentos cruzados sufrida por Rafinha, que se ausentará durante seis meses cuando se estaba ganando mayor protagonismo. Y la lesión de Messi causó
ESPERANZAS DE CLÁSICO Al ser una rotura parcial crecen las posibilidades de que Messi llegue a tiempo al Bernabeu
pavor en el barcelonismo. Sonriente, como ocupante en un coche conducido por Luis Suárez, el crack argentino se presentó ayer en la ciudad deportiva para iniciar el proceso de recuperación a través de sesiones de fisioterapia. El hecho de que la rotura del ligamento colateral interno de su rodilla izquierda sea parcial y no se localice a la altura del menisco hace suponer que el plazo de recuperación puede ser algo más corto de las ocho semanas diagnosticadas por los servicios médicos en primera instancia. En consecuencia, Leo tiene buenas posibilidades de reaparecer en un gran escenario, en el clásico del Santiago Bernabeu que se disputará el 21 de noviembre.