Newton, hay un problema
Márquez se despide definitivamente del título con su quinta caída del año en carrera
El día que enseñaron la ley de la gravedad, los míos se saltaron la clase”. Menos mal que Roser Alentà se lo toma con sentido del humor. Los suyos, sus hijos, ayer se fueron los dos al suelo. Ganan juntos, reinan juntos y tropiezan juntos. Àlex Márquez se cayó en la octava vuelta de la carrera de Moto2 cuando iba quinto y apuntaba alto. Y Marc volvió a suspender la teoría gravitatoria de Newton, por quinta vez este curso. El niño de las maravillas ha sido este año demasiado humano. Sus reiteradas caídas, cinco ceros, han sido su Talón de Aquiles. “Son demasiadas caídas, para un campeón y para cualquier piloto, son muchas”, admitía Marc.
Esta vez, al mayor de los Márquez el tropiezo le llegó muy pronto, en la segunda vuelta, cuando intentaba pegarse a Lorenzo que emprendía su escapada. “Ha sido un error mío de precipitación, tenía el depósito lleno, la goma no había alcanzado la temperatura correcta y tuve viento de culo”, explicaba Marc, que pidió disculpas a su equipo y a la afición por el percance y por perder una ocasión de vencer. “Tenía moto para ganar, me encontraba muy cómodo, y por eso me he enfadado conmigo mismo”.
No era para menos. Marc ha sido reincidente, se ha caído demasiado, y así no se puede ser campeón. Los datos no engañan: en este curso acumula ya cinco caídas en carrera (cinco ceros) y 12 en total en los 14 grandes premios, una más que en todo el año pasado, lo que le convierte en el segundo piloto que más besa el suelo, sólo superado por De Angelis (18). El contraste es significativo; sus dos principales rivales, al contrario, son los que menos se caen: Rossi sólo se ha ido al suelo una vez y Lorenzo dos.
¿Qué explicación encuentra Marc a tantos tropezones?, le preguntaba este diario. “Las primeras caídas del año (en Argentina, Mugello y Catalunya) fueron porque no sentía la moto, no me sentía a gusto, y yo quería hacer más de lo que podía, fueron caídas por ir forzado y no entender qué pasaba con la moto y dónde estaba su límite”, explicaba. Pero también admitía su parte de culpa. “En Silverstone, en agua, podía pasar. Y la de hoy ha sido por un error mío. Además, también aquí en Aragón, corriendo en casa no tenía nada que perder, y eso ha hecho que me precipitara”, reconocía con humildad el de Cervera.
En todo caso, por un motivo o por otro, por buscar el límite mecánico de la moto, por un exceso de ímpetu o por infortunio, Marc ha dejado de ganar 125 posibles puntos, y se ha alejado definitivamente de las opciones de revalidar el título: Rossi le saca ya 79 puntos y Lorenzo, 65.
“Son muchas caídas para cualquier piloto. Parece que toda la suerte que tuve en el 2013 (se cayó bastante más, 15 veces) este año está siendo al revés, y eso que aquella temporada iba más al límite. Lo importante es aprender de los errores. Espero que en el 2016 las caídas se conviertan en éxitos. Así que tendré que estudiar bien en invierno”, bromeaba Marc. Ya lo dice su madre. Se saltaron la clase de la teoría de la gravedad.
LA EXPLICACIÓN DE MARC
“Las primeras caídas del año fueron por ir forzado, por no sentir la moto; hoy fue un error mío, me precipité”