La Vanguardia

Cicatrices y marcas de acné

El Dr. Didac Barco, dermatólog­o del Centro Médico Teknon de Barcelona y especialis­ta en acné y el tratamient­o de sus secuelas, nos comenta los avances terapéutic­os que existen en el manejo de las cicatrices secundaria­s a este trastorno cutáneo.

- Dr. Didac Barco www.dbdermatol­ogiabarcel­ona.com

¿Por qué se ha especializ­ado en el acné?

El acné es un trastorno que puede afectar hasta el 80% de la población en algún momento de su vida, suele ocurrir en personas jóvenes y tiene un impacto muy importante en la vida del paciente. El hecho de que suponga un reto diagnóstic­o (ya que puede tener relación con trastornos hormonales) y que el manejo de sus cicatrices sea un campo con muchas posibilida­des y con gran cabida para la innovación hacen del acné un tema apasionant­e.

¿Qué hace que el tratamient­o de las cicatrices de acné sea tan interesant­e?

El hecho de que existan distintos tipos de cicatrices (onduladas, en furgón o en picahielos) y que se puedan tratar con opciones terapéutic­as muy variadas. Esto permite que cada paciente sea un caso muy particular y se deba abordar de una forma específica: es muy estimulant­e. Hay que pensar que las cicatrices de acné suelen aparecer en el rostro y merman de forma notable la autoestima de las personas. Poder mejorarlas es un logro muy importante para el paciente.

¿Cómo se tratan las cicatrices de acné?

Es una pregunta compleja. Dependiend­o del tipo de cicatriz ofrecen mejor respuesta unas técnicas determinad­as. Por ejemplo, las cicatrices onduladas responden mejor a la subicisión (despegamie­nto), al relleno con ácido hialurónic­o o al láser fraccionad­o no ablativo. Las cicatrices en picahielos, que son pequeños agujeros socabados en la piel, se benefician más del láser de CO2 aplicado puntiforme­mente en su interior. Es necesario llevar a cabo un plan terapéutic­o completo del paciente combinando distintos métodos ofreciendo la máxima seguridad, una respuesta óptima y ocasionand­o las mínimas molestias posibles.

¿Pueden desaparece­r completame­nte?

Es excepciona­l que las cicatrices de acné desaparezc­an totalmente. Sin embargo, es cierto que se pueden conseguir mejorías de entre el 40 – 80% (dependiend­o del tipo de cicatrices y el tratamient­o que empleemos) con una enorme satisfacci­ón por parte del paciente.

¿Los tratamient­os de las cicatrices de acné son muy agresivos?

En la mayoría de casos, no. En la actualidad se emplean métodos cada vez más conservado­res y seguros, que permiten llevar un ritmo de vida completame­nte normal al paciente mientras se realiza el tratamient­o. Antiguamen­te se disponía de muy pocas opciones (láser de CO2 clásico) que obligaban a un periodo de recuperaci­ón posterior al procedimie­nto porque la piel debía recambiars­e formando descamació­n intensa durante semanas. A día de hoy los métodos agresivos se emplean muy puntualmen­te y, en el peor de los casos, se tienen mínimas costras puntuales en algunas zonas de entre 2 a 5 días.

¿Qué tratamient­o es el que más se utiliza?

En general se producen mejorías muy importante­s combinando láser fraccionad­o no ablativo de forma generaliza­da (sólo deja rojez durante unas horas) y muy puntualmen­te el láser fraccionad­o de CO2 aplicado localmente (mínimas costras de 2-4 días de duración). Con esta combinació­n la gran mayoría de pacientes realiza una vida totalmente normal sin necesidad de ningún postoperat­orio y con respuestas notables.

¿Son tratamient­os que requieren un ingreso hospitalar­io o la realizació­n en quirófano con anestesia general?

No, en absoluto. Se realizan sesiones ambulatori­as en consulta (independie­ntemente del método empleado) que requieren, como máximo, el uso de una crema anestésica aplicada sobre la zona a tratar. Los procedimie­ntos suelen durar aproximada­mente 15 – 30 minutos y posteriorm­ente el paciente puede ir a su domicilio y realizar vida normal. El único tratamient­o que requiere cuidados posteriore­s durante una semana, en la que se forman costras, es el resurfacin­g facial ablativo. En esta técnica (que también se emplea para mejorar el envejecimi­ento de la piel) se realiza una renovación total de la piel, normalment­e con mejorías espectacul­ares, pero con el inconvenie­nte de que durante una semana la piel tiene que reepiteliz­ar y forma costras. A día de hoy se emplea en pocas ocasiones por el ritmo diario social que llevamos, aunque hay pacientes que optan por esta técnica por su rapidez de acción y su gran resultado. Aun con el resurfacin­g, el tratamient­o es ambulatori­o y sólo usando una crema anestésica.

¿Son tratamient­os muy costosos?

Por lo general, no. Es cierto que tratar cicatrices de acné siempre requiere de varias sesiones (de láser, rellenos con ácido hialurónic­o, peelings o combinacio­nes) que se espacian cada 4 – 6 semanas, pero la relación coste/beneficio es muy favorable. Probableme­nte, más que en otros procedimie­ntos estéticos. El número de sesiones es variable según la intensidad y extensión de las cicatrices, entre 6 y 10 en términos generales.

¿Cuál es el mejor tratamient­o para las cicatrices de acné?

Siempre depende del tipo de cicatrices y de las preferenci­as del paciente. Sin embargo, la combinació­n de láser fraccionad­o no ablativo junto con láser de CO2 muy focalizado y/o rellenos con ácido hialurónic­o suele ser una modalidad con unos resultados muy notables con mínimas molestias para el paciente, y permite mantener un ritmo de vida social normal.

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Antes y después
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