Castro no cede en su lucha
Raúl el breve. A diferencia de su hermano Fidel Castro, al que le caracterizó su incontinencia verbal, el actual presidente cubano habló unos quince minutos en su debut en la Asamblea General. Su discurso, sin concesiones pese a la mano que había tendido el presidente Obama respecto a la lucha contra el embargo, sirvió para insistir en sus reivindicaciones. “Tras 56 años de heroica y abnegada resistencia del pueblo cubano, quedaron restablecidas las relaciones” con EE.UU. Pero matizó que hay un largo trecho a la normalización. Se “alcanzará con el fin del bloqueo” y cuando se compense por los sufrimientos, cuando se devuelva “el territorio ocupado ilegalmente” de Guantánamo, además de que “cesen las transmisiones radiales y televisivas y los programas subversivos y desestabilizadores”.