Vandalismo contra fray Junípero Serra, nuevo santo
Pocos días después de que fray Junípero Serra, el franciscano mallorquín y evangelizador de California, fuera canonizado por el Papa en Washington, unos vándalos derribaron su estatua, realizaron pintadas ofensivas y causaron otros destrozos en la misión de Carmel, al sur de San Francisco. Alguien denunció al “santo del genocidio”, en alusión a las acusaciones contra el misionero. La Iglesia católica sostiene que, en general, Serra fue un gran protector de los indios ante los abusos de los conquistadores españoles, si bien en las misiones también se dieron malos tratos y duros castigos, algo habitual en la sociedad de la época. El incidente y la polémica oscurecen la voluntad del Vaticano de ensalzar al primer santo hispano y de recordar a la sociedad estadounidense que en el origen de su nación no sólo hay la huella protestante y anglosajona, sino el influjo anterior de la presencia hispana y de la Iglesia católica.