La Fiscalía alemana investiga al expresidente
Martin Winterkorn, indagado por presunto fraude
El escándalo de la manipulación de motores diésel en el grupo Volkswagen (VW) es objeto en Alemania de dos investigaciones paralelas, una de carácter judicial y la otra de una comisión del Ministerio de Transportes. En el frente judicial, las pesquisas se dirigen ahora oficialmente hacia quien hasta el pasado miércoles era presidente y consejero delegado del grupo, Martin Winterkorn, que dimitió ese día aunque declarándose ajeno a los trucajes para burlar los controles de emisiones de gases contaminantes. El viernes fue nombrado para el puesto el patrón de Porsche, Matthias Müller.
La fiscalía de Brunswick, en el estado federado de Baja Sajonia –land que es accionista del 20% de Volkswagen–, anunció ayer que investiga a Winterkorn por presunto fraude en esas manipulaciones. Los fiscales –que el miércoles ya habían hecho saber que procedían a “hacerse cargo y examinar todas las denuncias” presentadas por ciudadanos contra VW– decidieron indagar a Martin Winterkorn, de 68 años, que estuvo al mando del consorcio desde 2007.
Entre esas denuncias figura una presentada el viernes por la propia compañía Volkswagen –contra “un pequeño grupo de personas”, puntualiza Afp–, pero que no incluye el nombre de Winterkorn. De hecho, el día de su dimisión, el presidente del Consejo de Vigilancia, Berthold Huber, aseguró que Winterkorn no tenía conocimiento de las manipulaciones, y que él le respetaba por asumir la responsabilidad del escándalo. El consejo se reúne de nuevo mañana para valorar las primeras investigaciones sobre el trucaje que, según Dpa, podría haberse decidido en los años 2005 y 2006.
En esa época presidía el grupo Bernd Pischetsrider –ingeniero como Winterkorn– y dirigía la marca VW Wolfgang Bernhard. Fue entonces cuando la empresa automovilística alemana apostó por incrementar ventas de sus vehículos diésel en Estados Unidos, que publicitaba como “diésel limpio”. Pero este domingo trascendió que directivos del grupo y una empresa proveedora supieron en 2011 de la existencia del software que falseaba los datos de emisión de gases tóxicos, según señalaron dos diarios alemanes en su edición dominical, Bild y Frankfurter Allgemeine Zeitung. Lo que sucedió es ahora parcialmente conocido desde que la Agencia de Protección Ambiental estadounidense (EPA) destapó las manipulaciones.
La empresa alemana Bosch, proveedora de la tecnología cuestionada, ha atribuido a Volkswagen la responsabilidad del trucaje. Según Bild, Bosch entregó a VW el software para que lo usara en sus tests de emisiones de gases, y en 2007 le advirtió por carta de que usarlo para otros fines era ilegal.
Sobre el reparto por países de los once millones de coches trucados que VW admitió la semana pasada haber vendido en todo el mundo, ayer se supo que a los 2,1 millones de la marca Audi hay que sumar los 1,2 millones de coches de la marca Skoda. El grupo posee en total doce marcas, entre ellas Seat, Porsche, Bentley y Lamborghini. Aunque el grupo había anunciado la semana pasada que haría pública una lista completa de marcas y modelos afectados, de momento está delegando en cada marca para que vaya dando las informaciones que la incumben.
Mientras, los mercados no parecían ayer muy convencidos de la nueva andadura que quiere imprimir el gigante automovilístico alemán. Así, en la primera sesión de la semana, los títulos del consorcio registraron una caída del 7,46% a 99,3 euros en la bolsa de Frankfurt, sin parar mientes en el nombramiento de Matthias Müller como nuevo consejero delegado. Resultado: Volkswagen vale ahora menos de 50.000 millones de euros (49.700) en bolsa tras habérsele evaporado casi 32.000 de capitalización desde el viernes 18.
NUEVA REUNIÓN El consejo de vigilancia vuelve a reunirse mañana para valorar la investigación
EN LA BOLSA DE FRANKFURT Los mercados siguen intranquilos; los títulos de VW caen al cierre al 7,46%